Camila Pov*
París, Francia. Hogar dulce hogar.
Me mudé aquí hace ocho meses, inmediatamente después de haber terminado una relación con mi ex prometido, el famoso empresario Austin Mahone.
Vine aquí para perseguir mi sueño, el cual sigue en ascenso. Acabo de volver de Nueva York, y ahora estoy de regreso en casa para un merecido descanso.
Eran las diez de la mañana y decidí que ningún día era más perfecto que el miércoles para salir de la rutina, comencé a vestirme después de tomar un baño y me miré en el espejo. Tacones azules. A él no le gustaba que yo usara tacones altos, pero a mí sí.
Dejé el auto estacionado fuera de mi departamento y tomé mi clásica bicicleta para comenzar un tour por todos los alrededores.
Mi primera parada fue a las orillas del río Sena, pues vivía a unas cuantas calles de ahí. Inmediatamente llegué me senté a leer un buen libro, "To Kill A Mockingbird", uno de mis favoritos. Justo cuando iba por la mitad mi mente se dispersó y mi mirada cayó en la baranda del Puente de las Artes, que estaba justo arriba de mí. Lentamente me acerqué a admirar los conocidos Candados del Amor; la mayoría de ellos tenían iniciales grabadas, las iniciales de las personas a quienes pertenecían, las iniciales de las personas que sellaban su amor con aquel pequeño gesto, una costumbre de todos los turistas.
Recuerdo que siempre quise hacer aquello con algún amor mío, con el amor indicado; nunca me sentí segura cuando se me pasó por la cabeza proponérselo a Austin, es decir, él nunca fue un mal chico conmigo, o al menos no completamente, y sinceramente todos era como un cuento de hadas al principio, pero con el paso del tiempo comencé a darme cuenta de que jamás podríamos congeniar, y si alguna vez le hubiese propuesto eso probablemente me hubiera dado su punto de vista acerca de lo infantil que consideraba esto, para tiempo después acceder de mala gana y arruinar el momento.
Supongo que una parte de mí siempre supo que él y yo no estábamos destinados el uno para el otro, y podía comprobarlo con el hecho de que nunca le hubiese tenido esa confianza que sueles tener con tu pareja, porque él nunca me hizo confiar completamente.
Me perdí un rato pensando en eso, en porqué acepté comprometerme si no estaba segura de sí en realidad eso era lo que quería para toda mi vida.
Seguí mi camino, eran las once y media de la mañana, aún seguía siendo temprano así que se me pasó por la cabeza ir a visitar algunas tiendas. Aunque llevaba ya ocho largos meses viviendo aquí no había tenido tiempo para mi persona, ya que siempre me encontraba dentro del apartamento, en juntas dentro de alguna empresa, en pequeñas pasarelas o simplemente fuera del país.
Apenas tenía veintidós años, pero sentía como si hubiese trabajado durante cincuenta.
Ser una reconocida diseñadora de modas requiere bastante tiempo, y más cuando debes exponer tus nuevos diseños y buscar a los modelos adecuados.
Entre a la primera tienda, casi toda la ropa era tan de mi estilo, y eso me encantaba.
***
Lauren Pov*
Esto era un desastre, tenía una cita con gente importante en menos de dos horas y ni siquiera sabía qué debía ponerme, esta era mi gran oportunidad para convertirme en una reconocida fotógrafa.
Estoy viviendo en París desde hace casi tres años y en todo ese tiempo ésta es la primera gran oportunidad que se me presenta, no puedo fallarme a mí misma ni a la gente que ha confiado en mí todo este tiempo.
Si tengo suerte, me contratarán para ser fotógrafa en la gran pasarela que se llevará a cabo en Los Ángeles dentro de tres semanas y ese será el paso más grande en mi carrera hasta ahora, pues jamás me han contratado para algo más serio que bodas y eventos familiares.
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Begin Again (Camren One Shot)
Fanfiction"...Pero un miércoles en un café, lo vi comenzar de nuevo" Basada en el vídeo musical y la canción de Taylor Swift.