|Año 5|

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Al nacer todas las personas te encuentran el ser más hermoso de la tierra, pero sólo son puntos de vista. Nunca me agrandaron los bebés y no me imaginó como uno. Yo sólo sé que tuve un padre y una hermana. Nunca escuche de una mujer que me cuidara en mis primeros años y tampoco sé si tuve una infancia. Yo sólo recuerdo desde que mi padre nos llevó a pasear. Tenía cinco años, y mi hermana uno menos que yo. Los caminos que recorríamos... Nunca supe en qué lugar estábamos, ya que no preguntaba esas cosas. Yo sólo me dedicaba a seguir con mi vida, jugando con mi hermana y riendo con mi padre. Todos los días la rutina repetitiva de desayunar, salir a jugar, almorzar, volver a jugar, pasear y por último llegar a casa a descansar. No vi una casa cercana a la nuestra de manera que mi mejor amiga era mi hermana. Pasamos muchos momentos gratos, incluso tuvimos algunas aventuras muy bellas.

Creo que debí notarlo en ese instante, pero mi edad no era suficiente como para poder entenderlo. Pasaban los días y yo cada vez era más curioso, de manera tal que empecé a crear mis mundos de juego, o más bien, recordarlos. Salíamos en la mañana y llegábamos a una playa muy majestuosa. Después corríamos por ella hasta encontrar un bosque encantado. Veíamos algunas personas y nosotros jurabamos que era producto de nuestra imaginación. Todos los días llenos de aventuras, hasta que paso lo lógico. No sé cuándo ocurrió, sólo recuerdo que tenía cinco años. Mi hermana comenzó a inventar lugares donde podíamos jugar y entonces nombró una ciudad. Sydney. Intente pensar en donde la había escuchado y mentalizarme para poder llevarla. Pero no lo logre. Era un lugar nuevo para mí y llegar allá me era imposible, por lo cual le pedí que pensara en otro lugar. Esto la molesto tanto que comenzó a lanzarme pequeños golpecitos y también lloriqueó en el suelo. No podía hacer nada para que se callara. Y se me ocurrió una brillante idea.

· ¿Y si vemos un tornado?

Escuchamos sobre ellos en una historia que nos contó papá y quedamos impactados. Ella sonrió de tal manera que ya no podía retractarme. Sin notarlo pensé en la breve descripción de mi padre y los vientos comenzaron a juntarse en el cielo. En ese momento entendí que yo no era alguien común. Me empecé a asustar e intente detenerlo, pero cada vez llegaban impulsos más fuertes y no pude controlarlo. No sabía que en ese momento estaba mostrando la habilidad que recién ahora puedo controlar. El espacio. Podía abrirme paso entre lugares muy remotos sólo con pensarlo. Y ahora aparecía un tornado gigante al frente mío. Vaya forma de usar tu habilidad. El punto de todo esto es que el tornado empezó como el increíble evento que es, sin embargo nosotros ignoramos lo poderoso que podía ser. Lo único que pude hacer fue alejarlo un poco de nuestra casa, pero fue en vano. Los vientos eran tan fuertes que me empezaron a arrastrar y sólo atiné a sujetarme del suelo. Mi hermana también era arrastrada pero yo la alcance a sujetar para que no le ocurriera nada. Lo más atroz de esto fue ver como el tornado llegaba a casa. Una nube de escombros y astillas salía en todas direcciones mientras esperaba que no apareciera el cuerpo de mi padre. Entonces lo vi. Mi padre comenzó a elevarse en ese montón de ruinas cuando apareció otra figura bastante alta, lo tomó en sus brazos y lo saque de todo el alboroto. Mi pecho se apretó y mi mente de volvió un revoltijo. Sentía como si me sacaran el alma lentamente y no era lo más grato del mundo. Mis fuerzas se fueron y comencé a soltar a mi hermana. Mis ojos ardían y todo giraba hasta que un hombre mayor que yo me tomó del cuello y me levantó. La tormenta empezaba a succionar todo y mi hermana cada vez se alejaba más de mí. Entonces este sujeto dijo:

· ¿Esto lo provocaste tú?

Estaba totalmente vestido de negro y sus ojos azules como los míos me perturbaban. Me miraba con algo más que ira. Parecía que quisiera regañarme, pero solo me tenía en el aire. La succión que producía el tornado era increíble, y este sujeto estaba como si nada de pie en el césped. No me di cuenta pero este sujeto tenía a mi hermana en su otro brazo mientras miraba el vórtice. Entonces observo el cielo con suplica y menciono:

· Nunca lo conseguiré. No puedo hacerlo, pero espero que tu si.

Dejó a mi hermana en el suelo y esperó en el piso a que algo sucediera. Mi hermana estaba por desaparecer en el vórtice y yo solo gritaba desesperado por ayuda. El tornado se la trago a ella y a todo lo que estaba cerca. Al final dijo:

· No puedo dejar que muera una niña. Segundo intento.

No sabía a qué se refería pero estaba meditándolo demasiado. Entonces mi cabeza empezó a arder y mi cuerpo se tensaba. Y como por arte de magia volvimos a cuando mi hermana era absorbida por el vórtice. Me soltó y dijo:

· Vamos Mike. Intenta algo.

Yo estaba confundido. Mike no era mi nombre. Ni siquiera recuerdo cual era mi nombre. Lo único que si es cierto es que él esperaba que hiciera algo. Después en unos instantes volví a ver como tragaban a mi hermana y volvimos al mismo momento. Había algo curioso en todo esto. Todas las cosas iban en una dirección y esa era hacia mi casa. Ya estaba en la desesperación completa y no sabía que era de mi padre o de mi hermana. Estaba pasmado y mi movilidad era nula hasta que pude ver a mi hermana aferrándose de un árbol a la distancia. Me estaba buscando. Entonces sin aviso corrí hacia ella. El sujeto reía y me alentaba con unos aplausos, aunque quizás solo se burlaba de mí. Después de un momento llegue donde mi hermana y esta me sujeto el rostro y grito:

· ¡¡Cierra esa cosa!!

Asustado por el grito me aleje de ella y comencé a llorar. Aún era un niño y aunque fuera el hermano mayor ese grito me asusto demasiado. El tornado se fue apaciguando hasta desaparecer y el sujeto llego al lado mío diciendo:

· Bien hecho mocoso. Pero ahí un problema. Tu padre está muerto.

No lo había pensado pero era verdad. Estaba destrozado. Tenía cinco años. Era demasiado para un niño. Sin embargo el sujeto me susurro al oído:

· ¿Quieres otro intento?

Con el dolor de cabeza que llega después de un llanto asentí y volvió el ardor a mi mente. Los cielos se oscurecieron y de la nada se asomaban los vientos incontrolables del tornado. Mi hermana estaba siendo tragada al igual que mi padre. Empecé a llorar como el niño que era y entonces el sujeto me tomo del hombro. Sus ojos eran demasiado brillantes como para poder ignorarlo y además su voz era tan fuerte que infundía un cierto respeto. Se sentó en el piso y me miraba con curiosidad:

· Vamos. Debes salvarlos rápido

Me levante y recordé el grito de mi hermana. Asustado levante la mirada y pude notar como el tornado cada vez se hacía más grande.

Mire con miedo al sujeto y este dijo:

· Nadie dijo que sería fácil.

El torbellino comenzó a tragarse todo. El miedo me consumió y grite con todas mis fuerzas. El agujero en que se había convertido el tornado me empezó a arrastrar cuando me afirme al piso y sólo pensé:

· Solo quiero irme a casa.

Y apareció en un sitio totalmente oscuro. Al parecer era el espacio, ya que estaba lleno de estrellas. Mire a cada sitio a mi alrededor y vi unas rectas luminosas en medio de la nada. Algunas estaban de un color rojizo y otras de un total blanco. Entonces pude sentir algo en un lugar en específico. Me sentí atraído por él y una luz gigante salió de ese sector. Camine en la nada para llegar a ese lugar y la luz me consumió.

A los segundos desperté en una calle rodeada por árboles y vegetación. Me levante intentando comprender que pasaba y pude escuchar un auto. Este se detuvo al lado mío y preguntó:

· ¿Qué haces aquí niño?

· No lo sé. ¿Dónde estoy?

· Está en un lugar privado. Te pido que te vayas por favor.

No entendía nada hasta que empecé a correr en dirección contraria. El sujeto grito atrás mío pero no me importo. Corrí y corrí hasta llegar a un prado cercano a un río y pude entender una cosa. Está no era mi casa.




Tramo 2: Relatos de un reloj averiado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora