Mi nombre es Alabama pero llámame así y pagaras las consecuencias. Todos, absolutamente todos, deben llamarme Ally. Siempre tengo que aclararles a los profesores que ese es mi nombre antes de que tomen lista para evitar la humillación pública. No me gusta mi nombre, pero creo que combina conmigo; chica fea, nombre feo.
Originalmente, me llamo así por la ciudad en donde nací. Mis padres tienen esa manía de ponerle a sus hijas el nombre del lugar donde nacieron, sospecho que para no olvidarse. Solíamos mudarnos muy seguido durante mi infancia pero después del nacimiento de Lourdes, en Francia, finalmente mis padres decidieron que era tiempo de instalarnos e hicieron una buena elección , debo admitir, al elegir los Estados Unidos.
En ese momento era el lugar perfecto para todos; allí estaba la principal sucursal de la empresa de papá, una gran oportunidad para grandes tratamientos de belleza para mama, buenas universidades para Valencia, un nuevo idioma y conocer mi país natal para mí, y un lugar estable para Lourdes. Claro que a todos nos costó dejar el continente de Nápoles, mi hermano mayor que había decidido quedarse en Italia con su prometida.
Ya hemos estado cinco años aquí pero nada es seguro. Hasta ahora es el lugar donde más años he pasado, teniendo en cuenta los tres en Italia, los cuatro en España, y los otro cuatro en Francia. Y en estos cinco años he decidido que no quiero estar en ningún otro lado.
No hice una cantidad impresionante de amigos, pero lo que importa no es la cantidad sino la calidad y mis amigos, tienen garantía sin vencimiento. Tobías y Daniel son lo mejor que me pasó. Para sorpresa de todo el mundo no, no tengo amigas chicas pero eso no me quita mi femineidad. Amo a mis mejores amigos. Ellos no tienen vergüenza de nada, siempre comentan en mis fotos cosas como: "Eres hermosa bebe. " o también sus típicos comentarios sobreprotectores como: "Advertencia: La diosa del olimpo que aparece en esta foto es de mi propiedad. No tocar. No mirar. Y si pudiera, también evitaría que respires el mismo aire que ella pero eso no es posible." , también me acuerdo de cuando les conté sobre Gustave, mi mejor amigo francés, de quien había estado enamorada y nunca lo supo y recuerdo a Tobias decirme "Si alguna vez lo viera le pegaría tan fuerte que deseara nunca haberte dejado ir pero no creo que pudiera porque mi mama me enseñó a no pegarle a los discapacitados mentales y estoy muy seguro de que él es uno si aún no vino por ti.". A pesar que dos meses después, se colaron en un video llamado que hice con Gus y se volvieron grandes amigos de él.
Ellos tienen la dulce y a la vez insoportable costumbre de besarme en la frente o la nariz cuando quieren marcar territorio, me protegen la espalda en los pasillos de la escuela y hasta cargan mis libros, aparte descubrí que a pesar de ser los mujeriegos de la escuela les encantan las películas de amor cursis tanto como a mi aunque no lo admitan. Me encanta que me traten de bebe aunque no lo sea. Ellos son únicos y son eternos.
Pero, no, no fueron mis primeros mejores amigos "varones". Tomé la decisión de dejar de confiar en las chicas cuando en Francia en primer año mi "mejor amiga" Charlotte decidió humillarme frente a toda la escuela aprovechándose de mi situación: chica nueva, no conoce el idioma, le va bien en italiano. Todos se reían cuando yo pasaba y no entendía por qué. Al principio solía pensar que solo sonreían para ser amigables conmigo...grave error. Charlotte me hablaba despacio y espaciado, a veces demasiado despacio y espaciado, pero solo para pedirme la tarea. Estuve en esa situación por unos terribles cuatro meses; feliz de la hospitalidad y consideración de mis nuevos compañeros, ignorante de la mitad de lo que decían. Hasta increíblemente tenía mi propio novio, un lindo chico llamado Pierre que Charlotte me había presentado. Él era muy cariñoso y amable pero nunca le quise dejar que me bese, aunque él era bastante insistente. Pero un día mi burbuja se rompió: descubrí a Charlotte besándose con Pierre. Ellos me vieron y él se dio vuelta y se acercó a mí. Nunca me voy a olvidar de lo que paso ese día. Fue el segundo peor día de mi vida.
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Trying to forget you
RomanceSi fuera una historia ordinaria podría comenzar diciendo “Alabama Carter era una adolescente normal de 16 años” pero no vamos a empezar mintiendo. Ally viajo por gran parte del mundo y maneja más idiomas de los que las personas a su edad suelen hace...