Louis en serio no entendía porque las cosas desaparecían justo cuando más las necesitaba. Había puesto esa camisa estratégicamente en un lugar en donde no podía perderla, pero ahora no recordaba cual era ese lugar y Aiden estaba un poco desesperado por irse.
En realidad no era tan tarde, pero Louis entendía la desesperación de Aiden, después de todo era una cena de trabajo importante.
-Louis, - llamó Aiden desde la cocina. -llegaremos tarde si no te das prisa.
-Eso intento.
Sabía que probablemente Aiden no lo había escuchado porque lo murmuró más para sí mismo, pero estaba demasiado ocupado buscando la maldita camisa. Unas cuantas horas atrás fue por ella a la tintorería y ahora no tenía idea de donde se encontraba. Buen trabajo Louis.
Tenía que hacer memoria, repasar todo lo que había hecho después de llegar a casa con la playera envuelta en el empaque negro. No le había quitado el empaque porque alguien había llamado a la puerta y oh. Oh.
Se sintió estúpido por un momento y caminó al closet en donde el empaque de la tintorería era prominente de entre su demás ropa. Lo sacó siendo cuidadoso de no arrugar la camisa dentro y se apresuró a ponérsela y abotonarla.
- ¿Crees que deba usar una corbata? -gritó Louis fajando su camisa dentro de su pantalón.
-No, ya vamos tarde y si te pones a buscar una corbata entre las tantas que tienes hasta que estés conforme, vamos a llegar a media noche.
Louis rodó sus ojos pero sabía que Aiden tenía razón. Sólo un poco. Se miró una última vez en el espejo de la habitación y caminó hacia la sala en donde Aiden miraba un programa de deportes y comía con su corbata hacía atrás para no ensuciarla.
- ¿Tomaste la botella de vino?
Aiden dejó el plato en la sala y caminó unos cuantos pasos hacía la cocina. El apartamento no era lo que se podía decir grande, pero era acogedor y no necesitaban más. Eran dos personas solamente, y Aiden viajaba demasiado por su trabajo así que prácticamente era Louis solo la mayoría del tiempo.
Le mostró la botella de vino a Louis y empezó su camino hacia la puerta.
- ¿No vas a decirme lo apuesto que me miro? -preguntó Louis, apagando la televisión de pasada y tratando de abrochar su reloj con una mano.
-Ya lo sabes, no tengo porque recordártelo y recibir un "ya lo sé" de tu parte. -Aiden paró frente a él alejando su mano para ayudarle a abrochar su reloj.
-Pero es lindo recibir cumplidos.
-Eres horrendo recibiendo cumplidos. Desde que te conocí no he recibido ningún gracias. Aunque el rubor que aparece en tus mejillas es demasiado lindo.
- Yo no me sonrojo, deja de decir mentiras. -Louis sí se sonrojaba. Y bastante seguido porque era uno de los pasatiempos favoritos de Aiden.
Tomaron los abrigos antes de salir y tomar las escaleras porque el ascensor tardaba demasiado en llegar.
La noche estaba un poco helada y Louis apretó el abrigo más fuerte alrededor de su cuerpo buscando más calor. Las calles estaban llenas de carros llenando la oscuridad de la noche con sus luces artificiales acompañando a los edificios y farolas.
Esa era una de las cosas que más le gustaban a Louis de Nueva York. Lo increíble que se miraba de noche.
Sin embargo, odiaba el montonal de gente que siempre había en las banquetas.
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Una Noche || L.S.
FanfictionDespués de 2 años sin comunicación, Harry está en Nueva York por una noche.