Ola de sentimientos.

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Tres semanas para conocer nuevas personas.
Christopher me presento nuevas personas, Aline una chama morena, su pelo negro azabache... Era realmente guapa y la vi mas de una vez tarareando una canción, muy agradable y amaba a su computadora.
Rex un rubio de ojos marrones.
Aline estaba muy enamorada de el ¿Como lo se? Es muy evidente, tal vez demasiado.
Se pone muy nerviosa cada vez que el se acerca, en estos días le trajo un libro, ella no paraba de sonreír a su lado.
Me gustaba el pelo de Rex, me encantaba el pero no estaba enamorada de el, ni lo quería besar ni nada por el estilo.
Me encantaba su personalidad, me hacia reír demasiado pero mi corazón no me atraía a el.
No éramos dos imanes que se atraen mutuamente, éramos como la leche con el café una junta muy perfecta pero aún así no nos necesitamos.

El se parecía bastante a Tommen de Games of Thrones, era adorable.
Le faltaba un traje de rey...
Pero aún así yo no sentía que el pudiera sustituir a Thomas en mi corazón aun.

Pero mi mente lo llamaba y me decía que tal vez Thomas, mi chico de los tatuajes debía ser sustituido por un nuevo tipo de hombre al igual que el rubio.
Pero totalmente distintos.
"¡TONTA!" respondían mis pensamientos, pero ¿Por qué? Era incorrecto dejarle a Aline la vía libre hacia Rex.
Solo nos llevábamos conociendo tres semanas y no me parecían suficiente.
Y ahí llega mi mente a contradecirme... "¿A quien intentas engañar? Porque a mi no me convences con esa, solo porque duraste un mes con Thomas no significa que tenga que ser así con todos..."

Esa soy yo, si, esa que se contradice.

¡Fuera de mi mente Rex!

También conocí a Jeng.

Era un asiático nacido acá.
El era el mejor amigo de Aline, los dos se la pasaban con sus laptops en mano y siempre hablaban.
Llevaba unas pocas semanas conociéndolos y ya los amaba, eran todos tan agradables y me hablaban acerca de la gente y de lo que sabían de cada uno.

La rubia que estaba atrás de mi era Julia, la persona mas odiosa de la tierra según ellos.
Su padre era dueño de un súper Hotel en las Vegas.
Jeng me comento que ella ebria era un caos y siempre terminaba sin panties.

Ella estuvo un gran tiempo enamorada de Rex, tanto que le dejo una de sus panties en su casillero.
Jeng aun le decía que tenía chance para pasar una noche con ella.
La cara de Rex era épica, un día le pregunte porque no lo hacia con ella y la borraba de su vida.

-No me la llevare a la cama y menos si no me gusta -Me respondió serio.

Cualquier hombre que hubiera oído eso diría que el es gay.
¿Por qué juzgamos a las personas por su manera de pensar?

Rechace el fin de semana que Christopher me había dicho para salir, no tenía ganas de conocer a nadie ese fin de semana.
Caí en una profunda e inolvidable depresión de la cual no quería salir. Hasta que conocí a Rex, Aline y Jeng por Christopher.

-Aline deberías dejar de traer tanto chocolate, vas a inflarte como un globo -Le dijo Jeng.

- ¡Cállate!

Rex levanto la mirada.

-Déjala ser Jeng -Se unió también a la conversación.

Christopher no había venido a clases porque le había dado gripe y tenía fiebre de cuarenta grados.
Me pidió que anotara todos los trabajos.
Su mamá lo tenía encerrado viendo televisión todo el día y el feliz.

Aline tenía ensayo con la banda así que se separó de nosotros en el recreo, Jeng estaba también en la banda así que nos dejaron solos a Rex y a mi.

-Charlotte, nunca me haz hablado de ti ¿Haz tenido novio?

-No, soy un alma solitaria o al menos así piensa mi hermana. Tampoco soy lesbiana, me atraen los hombres y estoy clara en eso -Le respondí jugando con un mechón de mi pelo.

Cerca de la vuelta de la esquina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora