Capitulo 1.

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–Ánimo joven Malik, no es tan malo.

Gire mi cabeza para mirar a Jason, mi chófer, como si hubiera soltado una grosería horrible, mordí mi auricular y volví la vista hacía la entrada de la fea escuela. ¡Esto no estaba pasándome! ¿Por qué de todas las personas que hay en el mundo tenía que ser yo quien sufriera este calvario?

—No puedo creer que papá me inscribiera aquí. —Me estiré y cojí mi mochila de la parte trasera del auto—. Jason, sácame de aquí, papá no sabrá nada, lo juro.

Negó con la cabeza—. Lo siento joven Malik, su padre me quitaría el trabajo si usted falla en su primer día.

—Pero...—Resoplé y volví a mirar como los chicos y chicas entraban por el portón de metal—. Dios Santo, parece una cárcel.

—Y en la cárcel acaban de tocar la campana, vamos, salga del auto, llegará tarde—Abrió la puerta del auto estirándose sobre mi y me sonrío —. Que tenga un buen día joven Malik.

Dándole las gracias plante mis pies fuera del auto, cerré la puerta detrás de mi y en menos de cinco segundos Jason ya se había marchado. Suspire y colgué la mochila en mi hombro, hoy será un día difícil.

Comencé a subir los escalones que me llevan a la entrada donde un hombre canoso con un cuaderno en su mano me esperaba, su sonrisa era inquetante, pero desapareció cuando un chico rubio y centímetros más bajo que yo llego a mi lado jadeando como perro.

—Otra vez tarde Horan—Le dijo el hombre con gruesa y el entrecejo fruncido, pero en sus ojos solo había diversión.

—Lo siento Peter, un neumático del autobús se poncho tres cuadras más allá y tuve que correr—Jadeó el rubio, ancló su mano en mi hombro y se inclino hacia adelante recuperando el aire—. Nunca había corrido tan rápido, ni siquiera con Roswell.

—Que lástima—El hombre rió y cabeceo hacia adentro—. Corre a tu salón Niall, ya es tarde.

El chico, ahora identificado como Niall, asintió y soltándose de mi hombro trotó hasta perderse por los pasillos. Volví a morder mi auricular sin saber que hacer, mire al hombre y traté de sonreír.

—Uh... hola—murmuré, aclaré mi garganta y él sonrió—. Soy Zayn, creo que soy el nuevo.

—¡Oh, tu eres Zayn! —Él abrió su cuaderno y anotó algo rápido en una hoja con otros rayones—. Tienes clases de Lenguas, segundo piso, aula 23. Puedes ir a retirar tu horario luego.

—Gracias...

Con ese murmuró obligue a mis pies a caminar hacía dentro, había una cancha de lo que pensaba era fútbol pero también tenía aros de baloncesto. Habían gradas a sus lados y un tablero de madera con números. Vi al que creo que es el conserje caminar lentamente con una escoba hacía donde estaba yo pero su caminata fue detenida por unos gritos.

—¡Pedrito! ¡Pedritoo! —Un chico con rulos y ojos verdes aparecieron detrás de él y sonrió—. Al fín te encuentro, el profesor de Lenguas me manda.

—¿Qué necesita? —Preguntó el anciano.

—Necesitamos una silla y una mesa, creo que llega alguien nuevo hoy. —Ante lo dicho por el chico me acerque a ellos y tosí.

—Am... hola, estoy buscando la aula 23, ¿me podrían ayudar? —Ellos clavaron su mirada en mi, el anciano me miro de pies a cabeza al igual que el chico de rulos.

—Oh, ¿Eres nuevo, niño? —Preguntó el anciano, no alcance a responderle cuando giró su mirada hacia el chico—. Dile a Parker que ya llevo esas cosas, lleva al chico a su aula.

Pobre Rico ×Ziam×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora