Capítulo uno.

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El día se encontraba nublado, con posibles precipitaciones acompañado con un aire denso desde el este, mas específicamente proveniente de la costa. Un paquete que no conjuntaba bien con el día de hoy, el reintegro de clases.
Y gracias a eso, hace quince minutos me encontraba con Crystal buscando un espacio digno para estacionar mi volkswagen 98'

-¿Sabes? que te parece comenzar con un 'reclamamos un estacionamiento más grande' -propongo.
Crystal había sido nominada el año anterior como delegada del guión del diario institucional, ganó y gracias a ello en su sección se encarga de escuchar nuestras inquietudes y plasmarlas en papel, similar a un gremio estudiantil. Agrandar el estacionamiento sería un gran comienzo.

-Pero que dices, sería demasiado pretencioso, a duras penas logramos tener un estacionamiento y costó dos años lograrlo. Además- prosigue-no podemos darnos el gusto de invertir tanto dinero en esa remodelación cuando los salones no están a nivel aún- concluye.

Intuía que su nuevo trabajo le había entusiasmado demasiado en las vacaciones, pero conociéndola, se le pasaría en unas dos semanas.

A una cuadra y media encontré un lugar entre un árbol y un reluciente fiat. El árbol me proporcionaba un falso techo contra un posible granizo, no lo pensé más y di reversa.

-Hay dos chicos nuevos- espeta con una sonrisa pícara cerrando la puerta.

-¿Y tú como sabes eso?

-Nena, soy parte de la editoriar, ahora lo sé todo.

Momentáneamente me pregunté porque no me lo había dicho, los chicos y Crystal era una guerra constante, pero le resté importancia.

-¿Quienes son? -pregunto despertando mi curiosidad.

-Uno viene de Nebraska y otro de Boston. Aún estoy estudiando el porqué de su llegada ¿quien deja Boston por Matercaw?

-Tienes que estudiar todas las caras, quien sabe, tal vez los padres han encontrado trabajo aquí -defiendo.

-Lo dudo y mucho, la madre del chico Nebraska tiene una empresa de cosméticos, lo que necesitaba, no me gastaré otros 11 dolares en cremas que no funcionan, necesito ahorrar para un nuevo coche.

-¿Así que ya tienes chico? -pregunto elevando una ceja en su dirección.

-No me mires así, lo necesito Lana, las últimas vacaciones de invierno nos la pasamos de maravilla plantadas en el sofá viendo a Bradley Cooper, pero sabes, necesito acción en estas.

Omití esa última parte y me puse la capucha ya que empezaba una pequeña llovizna.

-¿Entonces el chico Boston es mío? -sugiero.

-Eso no lo puedo contestar yo.

Notablemente el nivel de estudiantes había aumentado, concideranolo el mejor instituto de la ciudad. Se había ganado ese puesto gracias a su nivel académico, por su trayectoria y su arquitectura en tonos medievales que le otorgaban un aura única diferente a cualquiera. Se encontraba a la vuelta manzana de la vía principal y al este de la costa. También era un inevitable punto turístico.
Este sería nuestro penúltimo año en el que concurririamos, y lo que más queríamos Crystal y yo era largarnos de aquí e ir a una universidad en otra ciudad.

-¿Cómo me veo?- pregunta Crystal evaluándose hasta donde alcanzaba su vista.

-Perfecta.

-Tu también bombón -dice desplegando una sonrisa.

Y no mentía en lo absoluto, Crystal siempre había sido una maniática de su apariencia, pero a diferencia de lo que abarca ese estereotipo, lo era para bien. Ella no intentaba agradar a otros, solo lo hacía por su propia satisfacción. Aunque con su larga melena rubia y grandes ojos grises no necesitaba de ningún adorno, su simple belleza desmpampanaba. Lo único que la diferenciaba de ser otra descerebrada era su personalidad, ya sabes, nunca de te metas con Crystal Payne.

MatercawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora