Narra el guardia:
De momento todo está tranquilo, pero tengo una cajita de música que está dejando de sonar. Le doy cuerda y vuelve a sonar de nuevo esta escalofriante melodía. Me aparece un niño robot con globos en la mano y un gorrito.
-Hello- me dice, al parecer sabe hablar.
-¿Qué te pasa?- Le digo.
-Hi- responde.
Entonces escucho una respiración, miro la ventilación y veo un conejo-robot enorme mirándome directamente. Cierro la compuerta pero poco a poco noto que el aire me falta. Miro la cámara, se ha ido. Me veo obligado a volver a abrir la compuerta.
Tengo enfrente una ventana que da al pasillo. Todo parece normal cuando de repente empieza a subir una cabeza de ¿zorro? con un palo de metal debajo.
¡Dios! No debería haber cogido este empleo, no me hicieron entrevista, ni pidieron mi currículum, simplemente entré y me dijeron que ya estaba contratado.
Miro el reloj, 5 a.m., la hora va a terminar, el ¿zorro? desaparece cuando el reloj marca las 6 a.m. <<Todo ha pasado>> pienso.