Don't go away.

El comienzo

La habitación se encantraba sumergida en una oscuridad tan densa como la noche siendo las 3 de la tarde.
Unos gritos ensordecedores provenian de la habitacion de abajo y
una mujer con cabello color azabache, rulos muy enmarañados ,y unos lentes pequeños que adornaban su cara y ayudaba a disimular sus prominentes pómulos se escondia en un armario protegiendo a su niña de apenas unos pocos dias.
Ella, mucho tiempo atrás había servido a las tropas del señor tenebroso y por eso su familia debían de pagar las consecuencias,y eso no era justo.
Sabia que si salia de su escondite su hija correría peligro,pero también temia lo peor,perder al amor de su vida, y todo seria culpa de ella.
¿Cómo una mortifaga y un auror se podian enamorar?
El amor prevalece antes que todo y ese amor rompio la barrera que los separaba.
Elizabeth estaba sumergida en sus pensamientos cuendo de repente eschucho como el pomo de la puerta sin aceitar giraba. Sus ojos proyectaban temor y esperanza al mismo tiempo.Cuando de repente la puerta de madera de la habitación se abrio.

Pov:Elizabeth

-Elazer!Regulus!- la voz de Elizabeth expresaba felicidad y desconcierto al mismo tiempo.

-¿Me pueden explicar que pasa aquí?-dije aferrandome con fuerza a mi niña

-Regulus ha venido a ayudarnos Eli.
El, en cuento supo que los mortifagos vendrían aca, vino a ayudarnos a combatir y que nosotros podamos escapar.-

La expresión en el rostro de Elizabeth habia cambiado drásticamente se denotaba su alivio y tranquilidad pero ella noto algo en la cara de Regulus que su sexto sentido le decia que algo no andaba bien.

-Regulus ¿hay algo que me quieras decir?

-En relidad si... hay algo que debes saber. El señor tenebroso no solo te busca a ti, también busca a tu hija, ha llegado a sus manos una profecía que decia que una niña nacida el 28 de diciembre bajo el fruto del amor de un auror y una mortifaga,con la ayuda de otro niño,seria la causa de su destrucción. Ya que mas adelante desarrollaria un don, un don que cada 1000 años aparece. Y me temo que esa niña es su hija.
Por eso he venido, para evitar que el-que-no-debe-ser-nombrado se la lleve.

La expresión de Elazer y Elizabeth era de horror,desesperación, miedo , todo junto. Estaban paralizados,como si les hubieran lanzado un petrificus totalus.
Elizabeth se aferraba con mas fuerza a su hija,
¿Cómo podía ser que una niña recién nacida derrotaria al ser mas temible de los tiempos?¿Como podia su pequeña terminar con una guerra mágica?
Ella por lo pronto sabia que alli no era seguro y debian moverse de alli lo antes posible.

-Debemos llevarla a lo de los Longbotton Elazer!- dije con un nudo en la garganta.

-No,el sabrá que ellos son los guardianes.- intervino Regulus.

-Elazer, llevemosla con tu madre.

-Es mejor que no, recuerda que ella es una veela muy temperamental.

-No tenemos a donde ir- dije exasperada.

-Hay un solo lugar donde nunca la encontraran.-dijo Regulus con un hilo de voz.

-¿Dónde?-preguntamos Elazer y yo al mismo tiempo.

-En Grimauld Place.-dijo Regulus.

-A tu casa? Es muy arriesgado dijo mi esposo.

-Piensalo Elazer, El señor tenebroso jamas buscaría alli.

-Puede ser, pero creo que es ellas estaran mejor con Alice.

-¿A qué te refieres con "ellas"? Tu también vendrás, no es asi?- inquiri yo

-No preciosa,yo debo protegerlas.-me respondió Elazer

-¡¿Tu crees que te dejare solo?! Oh no señor.
Yo te acompañare hasta el final.

-Pero mi vida,piensa en nuestra hija. ¿Qué haria sin ti?

-¿Y qué haria ella sin un padre?-le respondi indignada.

-Ya pensaremos en algo. Te prometo que estaremos juntos pronto. Me dijo mi esposo depositando un dulce beso en mis labios.

-Este..no quiero interrumpirlos pero les recuerdo que el tiempo corre y pronto llegarán mortifagos y les aseguro que no querran tomar precisamente el té.- nos dijo regulus sarcasmo

-Elizabeth, Elazer , se que no les gustara lo que voy a proponerles. Pero es lo mas seguro para la niña.
Pueden dejar a la pequeña en Grimauld Place conmigo y luego Alice Longbotton puede venir a buscarla y ustedes pueden ir en escoba hacia el norte para distraer al señor tenebroso.
Ella estará segura y ustedes tambien.

-No lo sé. Es muy pequeña. No la quiero abandonar.- dije sollosando sobre Elazer.

-No es mala idea. Confio en ti Regulus,te confio a mi hija y quiero que sepas que...

Elazer no pudo terminar la oración, ya que un rayo verde atravesó la habitación.