Héroes.

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"Hey, bruja del mar."
Llamó el rubio que tenía clavado un anzuelo en su cabeza donde la sangre brotaba. Los familiares mantuvieron el silencio, y la bruja de nombre Wadanohara frunció el ceño, con un poco de interés a las palabras que su contrincante estaba a punto de pronunciar.
"...¿ ?"
La mirada fría de Tsuribari podría congelar a cualquiera. Con su indudable odio hacia todos, y todo menos los libros. De su boca comenzaron a salir roncas palabras, con la seriedad inundando su pequeño discurso.
"No conoces el pasado...
Así que, dudo que lo sepas...
...Pero, ¿tú realmente piensas que estás en lo correcto?"
"....."
La bruja pensó por breves segundos. ¿Por qué no sería lo correcto? Todo era para devolver la paz a su mar. No había nada de malo en ello.
Como sea, no tuvo opción de responder, pues su energética familiar gaviota pronto interrumpió para ponerle fin a ese confrontamiento.
"¡Oye! ¡No intentes confundir a Wadda con tus tonterías!"
El reproche ante las palabras de ese niño muerto fueron seguidas de la delfín, cobarde pero poderosa, que le dedicó una mirada que simbolizaba su alto desacuerdo, y pronto el tiburón también intervino en el conflicto.
"......Deja eso."
Sin embargo, el pulpo no especuló nada en contra del desafortunado. Con su inexpresivo rostro, algo que tenía en común con el rubio ensangrentado.
"(......)"
No conoces el pasado.
Era algo que nadie del gran mar azul se había preguntado tras las acciones que llevaron a la desaparición de Meikai, el Gran Hechicero, en busca de la eterna paz para su hogar. ¿Qué había pasado con todas esas pobres criaturas? ¿Con la princesa Mikotsu, con Sheep, con Old, con Stella, con Tsuribari, y con Sal?
Sin embargo, el chico de cabello azul claro lo había pensado un largo tiempo, ahora que se enfrentaban a ellos.
No podían ser malvados simplemente porque sí, había una razón.
Una dolorosa razón: el sufrimiento al cual se vieron expuestos durante ese período de tiempo donde la paz reinaba en el mar opuesto.
Ellos los habían transformado en esos seres con sed de sangre con los cuales combatían en ese momento.
Fukami lo sabía.
¿Por qué nadie lo había pensado?
Sellarlos no hizo más que hacerles daño, tanto físico como psicológico. Tal vez, de no ser por eso ahora mismo ellos serían felices, justo como el resto de los habitantes, y ambas princesas llegarían a un acuerdo donde nadie se viese afectado.
Pero así no eran las cosas, y nunca lo serían.
Entonces, ¿realmente eran dignos de llamar a los seguidores de Mikotsu como malos?
El pulpo no dejaba de pensar en eso, incluso dejó de prestar atención a la batalla contra esos pobres seres, la cual tuvo fin y el más alto salió de su pequeño trance.
El anteriormente acusado de confundir a la bruja estaba incluso más repleto de sangre carmesí ahora.
¿Qué habían hecho?
Era sólo... Un niño.
"Ugh... Cough...... Entonces así... es como... será..."
Musitó para sí mismo. Su voz había pasado a ser débil, en un esfuerzo por lograr pronunciar palabra.
Por otro lado, esa pobre estrella de mar, ensangrentada por igual, expresaba la más pura tristeza tras esos ojos de un marrón más bien rojizo, mientras un inevitable sollozo se escuchó de su parte.
"......Sniff."
La culpabilidad arrasaba con el corazón de ese pulpo. Pero el resto de sus compañeros parecían aliviados de acabar con el problema.
"......"
La voz ronca del otro al borde del final resonó en los oídos de el de cabello azul, que escondía todo su desacuerdo ante lo cometido y ordenado por la mismísima hija del Gran Hechicero bajo su expresión seria de siempre.
"Por supuesto... nosotros... los abandonados... somos... no somos... buenos......"
El silencio envolvió el sitio, y esas dos pobres criaturas lentamente desaparecieron del camino de los 5 enviados en nombre del mar azul.

La bruja se notaba estresada debido a las últimas palabras de Tsuribari. Y, aunque nadie dijese nada, Fukami sabía que no todos se sentían de la misma manera.

Lentamente, retomaron el paso.

Buen trabajo, héroes.

El pulpo sabía que no merecían ese mérito.

TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora