...Hahah.

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ADVERTENCIA: ÉSTA PARTE DE LA HISTORIA CONTIENE GORE. MUCHO GORE. Y SATANISMO (???)

"¡¿Samekichi?! ¡¡Samekichi!! ¡¿Dónde estás?!"
¡Samekichi, Samekichi, Samekichi! ¡Eso era todo lo que escuchaba! ¡¿Acaso era lo único que le importaba a esa bruja?! ¡¿Toda la gente a la que asesinó no eran más que precios que estaba dispuesta a pagar por el bienestar de ese chico tiburón?! ¿Por qué? ¡¿Por qué él?!
"¿Qué es este lugar...?
No hay nada aquí..."
"....."
"¡¿Samekichi?! ¡¡¡Samekichi!!!"
"...................."
Maldición...
Ella amaba a Samekichi. Fukami se había dado cuenta de eso tiempo atrás, y no hacía más que llenarlo de ira. Llenarlo de ganas de querer asesinarlo.
¡Pero eso no era lo correcto!
...Grr. ¿Y qué? ¿Matar a tantos habitantes del mar opuesto lo era? ¿Acaso tener que soportar la soledad que lo ahogaba era lo correcto?
. . .
Por supuesto que no... Y aún así tenía qué hacerlo.
"¿Dónde puede estar...?"
Pero...
"Está muy oscuro como para ver..."
...ahora...
"Samekichi... Dónde....."
...él...
"...................."
...iba a...
"...................."
El mar siempre debió ser rojo.
"............No se preocupen."
...hacer...
"Lo verán muy pronto."
...justicia.
Por todos esos seres que murieron. Por él mismo. Porque el mar rojo le gritaba que lo hiciese. Porque el pulpo entendía al Mar de la Muerte y a sus habitantes. Porque él sabía quiénes eran los verdaderos villanos. Por eso y mucho más lo hizo. Por eso y mucho más, sus tentáculos se aproximaron a los cuellos de la gaviota y la delfín para darles un eterno descanso, llenando así su ropa de sangre tan carmesí como sus ojos.
La bruja creyó haber escuchado algo, y pausó su tarea de encontrar a su amado para ver qué estaba sucediendo con el resto de sus familiares.
"..............."
Sus ojos se llenaron de sorpresa.
"..............."
Sangre. Mucha sangre. Demasiada.
".............."
Memoca y Dolphi, cadáveres.
"..............."
Fukami, sonriendo.
"...............¿Eh?"
¿Qué... acababa de pasar?
Su familiar (¿en serio era ese pulpo?) se aproximó con lentos pasos a ella.
En toda su vida, nunca lo había visto sonreír.
Fue ahí donde se dio cuenta de sus ojos que mostraban el mismísimo color del infierno.
"...............Ah..."
El pulpo dio otro paso. La joven Wadanohara se había paralizado.
Miedo.
"¡¡Gack.....!!"
Dolor. Sangre corriendo por su estómago.
"...................."
Incomprensión.
Esa sonrisa, tan terrorífica e impropia de quien ella consideraba como su amigo.
"Uh.... ghh... ahhh...."
"...................."
Traición.
"F... ¡¿Fuka... mi...?!
P-po... por qué.........."
Y detrás de todo eso, el Mar de la Muerte, toda esa gente muerta, y sus secretos que jamás saldrían a la luz eran la razón.
El dolor era casi insoportable, su familiar había atravesado su estómago cual arpón, la sangre era casi todo lo que la cubría tanto a ella como al familiar corrompido.
"...................."
¿Qué hizo ella para merecer esto...?
".....Sí... Es tu culpa."
Más dolor. Estaba siendo envuelta por los tentáculos de su familiar. ¿O debería decir ex-familiar?
Sus pulmones estaban comenzando a escasear de oxígeno. Su garganta era aplastada.
"Ahhhhh....."
La levantó agarrando su cuello, y ella pudo ver su expresión de felicidad. La única que jamás había mostrado después de toda su vida con su serio rostro.
"N... no puedo respirar...
S-Suéltame, Fukami..."
Súplicas. Súplicas inútiles que el traidor no iba a escuchar.
"Gh... hah... hah...
D-Duele mucho...... Oye....."
Eso no era comparado con el dolor que él tenía que aguantar mientras ella era feliz.
Estrujó. La bruja pudo sentir algunos huesos crujir.
"¡¡Augh!! U-Ugh...
Fukami, por qué, por qué..."
¿Por qué? Para él ya todo estaba más que claro.
"Fukami... ¡¡Fukami.....!!"
No importa cuánto grites, todo fue culpa tuya. Y por eso mereces la muerte.
"Ugh... ¡¡¡gaaah.....!!!"
Su sonrisa se amplió, una sombra bajo sus ojos que sólo hizo su mirada más siniestra se hizo presente.
"¡¡¡¡ !!!! Gooh.....
¡¡¡¡W-WAAAaaaAAAAaaaAAAA!!!!"
Temor. Huesos crujiendo dejando una ráfaga de dolor más.
"Aug... h......
Fuka, mi...... Duele.... detente..."
Nuevamente, sin respuesta. Sólo su expresión proveniente de un psicópata.
"Oy... e... Fukami.....
Fu, kami..... ahh... haah......"
Cada palabra que pronunciaba era otro milímetro de su cuerpo agonizando en dolor.
"Haaahh... w-waaAAaahh....."
Pero sin importar cuánto gritaba por ayuda...
"¡¡¡Gyaaah!!!
¡¡NoooOOooo!! Duele... ¡¡¡DueLEEE!!!"
...Su amigo no entraba en razón.
Sólo un apretón más, y la sangre salió a chorros, llenando así el rostro de Fukami.
"G... ¡¡GYAAAAaaAaaAAAAHH!!"
Pobre, pobre Wadanohara...
"Ah, aah, ah.........."
"Ah.........."
...Pero, si él no podía tenerla...
"..........Fukami..."
...Nadie lo haría.

"...................."
Los ojos grisáceos del pulpo se abrieron. Era como si se hubiese despertado de un sueño, el cual ya no lograba recordar.
"....................¿ ?"
Ahí, estaban la gaviota y la delfín decapitadas.
"...................."
Una sombra en sus ojos se presentó mientras una gota de sudor bajaba por la parte izquierda de su cabeza.
"....................Qué..."
A sus pies, yacía el cadáver de la bruja a quien amaba en un charco de sangre y entrañas.
"W... ¿Wadanohara?"
Sabía que ya no podía escucharle, pero el chico de cabello azul no podía entender lo que sus ojos veían.
"P-por qué...
¿Por qué estás.....?"
M-muerta... Ella ya no estaba con él...
"...................."
Entonces recordó. Fragmentos mezclados de las acciones que acababa de cometer hace apenas unos minutos.
"N... no puedo respirar...
S-Suéltame, Fukami..."
Oh, no...
".....N-No puede ser..."
".....Sí... es tu culpa."
"¿Acaso yo te hice esto....."
Un tiburón salmón se hizo presente frente a sus ojos, con una sonrisa dibujada.
"Vaya, vaya, ¿te divertiste?"
Sal.
Sal lo había obligado a asesinarles...
"....................T-tú."
Como si leyese su mente, el Embajador del Mar de la Muerte lo contradijo.
"¡No te equivoques, amigo!
¿No es esto lo que querías? ♪"
No, no... ¡é-él nunca haría algo así!
".....T-tú te equivocas."
No, no lo hacía.
"...................."
Otra gota de sudor, el pulpo en el fondo, muy, muy en el fondo, sabía que estaba mintiendo.
"Yo... Yo nunca... quise hacer esto....."
El tiburón sabía la verdad.
"...................."
El Mar de la Muerte no hizo más que darle el coraje que necesitaba.
"Y-Yo.........."
"...................."
La sonrisa del servidor de la princesa Mikotsu se hizo más siniestra.
"..................."
Fukami no podía aceptarlo.
Él, su familiar más leal... ¿Asesinando a Wadanohara...?
"Oh, está bien.
No hay nada de qué avergonzarse."
La mirada del tiburón lo juzgaba... Él sabía la verdad...
"........................."
"Porque tú eres justo como nosotros."
. . . . . . . . .
"........................."
"Sí, tomamos este camino por voluntad propia..."
"........................."
"Bienvenido, al Mar de la Muerte. ♪"
"........................."
...Para qué negarlo. Él comprendía a los habitantes de ese sitio.
".........................Cierto."
Sus ojos de nuevo abrieron paso a la locura.
".........................Yo.."
"........................."
Una sonrisa se trazó en él.
¡Por supuesto que sí! ¡El mar siempre debió ser así!
".........................Hahah."
La victoria era inminente.
"Hahahahah..."
Ahora todo estaría bien. No más dolor. No más sufimiento. No más Wadanohara que destruyese su corazón. Si es que quedaba uno por destruir.
"..........Siempre lo supe."
Estaba destinado a permanecer ahí. El pulpo tenía algo más oscuro escondido en él.
"....................Hahah."
Que había surgido para no volver a ocultarse.

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