Un par de gotas fueron suficientes para que el chico reaccionara. Su día se había arruinado por medio de un mediocre cliente. Cómo si no hubiera tenido suficiente por hoy.
Fruncio el ceño apoyando sus codos a la barra de aquel bar de Berlín. Sus pies suplicaban piedad, el chico en realidad estaba cansado de todo, pero de lo que más estaba exhausto era de la vida que era tan injusta e indecisa.
Suspiro, y volteó acto seguido hacia el espejo que yacía a su lado derecho colgado en la pared. Habían ojeras, estaba pálido, sus ojos habían perdido brillo, etcétera.
¿Cuando acabará tanto dolor? Pensaba tratando de limpiar sus lágrimas de sus mejillas.
"Dolor"
El trabajo que tenía, en sí, no era lo único malo de sus problemas. La soledad lo estaba atrapando en una caja sin salida. Él sentía que ya no podía más porque estaba siendo asfixiado y quería respirar, sabía que tenía que hacerlo tarde o temprano, entonces concibió la idea.
Se retiró del espejo y vió la oscura noche tras la ventana del bar, la mala noche que pasó la velada anterior hizo que sintiera más amargo y deseoso de salir de allí para conciliar el sueño.
Miró a sus lados para observar si no había ninguna persona, supo que estaba en lo correcto: estaba sólo, como siempre.
Retiró su delantal de sus caderas y lo colocó sobre la mesa. Dio una última mirada hacia el local cuando cerró la puerta tras de sí al salir de allí.
"Última"
Nunca nadie sospecha de el peso de las palabras.
La caja se hacía más pequeña mediante el tiempo que pasaba respirando.
No soy tolerable para este mundo.
Nadie va a extrañarme. Nadie.
No sirvo para nada.
Debatió con su mente sobre los comentarios hechos. Su mente también quería salir así que estaban en un tipo de acuerdo en donde los dos estaban decididos.
Louis camino en medio de la fría noche intercambiando pensamientos y sintiéndose feliz por primera vez en el día.
Siguió en marcha, lamentándose de su mala suerte. Sentía que su mundo se hacia pedazos de poco a poco, cómo si todo este tiempo que anduvo respirando hubiera sido en vano. Sentía como su pecho se contraía cuando sollozaba por lo bajo y sentía que cada vez se iba apagando, cómo la luz de una luciérnaga al amanecer. Ya no había otra salida ¿o sí?. Aún halla alguna, ya era muy tarde.
Por fin llegó a su hogar ceñido de dolor. Al entrar contemplo todo tan opaco, sin vida al igual que él. Se aventó al asiento y esa noche de domingo él lo supo.
Louis decidió morir.
"Morir"
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Hola, les agradesco por leer y llegar hasta el final. Gracias.
Los capítulos siempre serán cortos porque no me gustan que sean como testamentos, aunque seguramente haré uno que otro largo.
Bueno como verán la trama se va por algo fuera de lo común, ósea no será como la mayoría de fanfics de Larry, estoy planeando algo más novedoso por así decirlo.
Y, eso es todo.
Tschüss.
