Nunca has tenido ese sentimiento, cuando tus padres no te comprenden. Hagas lo que hagas está mal. Si no te pones la ropa que le parece bien a tu madre no te vistes. Si no haces los recados que te manda tu padre olvidate de salir a la calle. Se creen que somos sus esclavos. Lo peor de todo es que te tratan como si fueras un niño pequeño.
Hace una semana cumplí 15 años y nada cambia. Me tratan como a una niña pequeña. Ni que tuviese 5 años. Ya estoy harta.
A proposito, mi nombre es Carla, aunque yo prefiero karla. Vivo en las afueras de Madrid y no puedo quejarme de mi día a día, pero si que tengo todo el derecho del mundo a quejarme de mis padres. Malditos viejos amargados.
Carla a estudiar, Carla vistete bien que nos vamos a visitar a alguien, Carla haz la compra, Carla los deberes, Carla la comida, Carla tu hermano, Carla, Carla y Carla. Solo saben darme ordenes. Me van a desgastar el nombre. Cualquiera diría que nacieron expresamente para darme ordenes. Además cualquiera le dice que no a mi padre.
Mi padre se pilla cada cabreo. La ultima vez que se cabreó con mi hermano le dejó sin play durante todo el curso y no le dejó salir a ver a sus amigos a excepción de los sabados. Lo peor es cuando se cabrean por nada. Y luego ya con el "es que te crees que lo sabes todo" me ponen de los nervios. Reconozco que igual hay veces que si, soy muy cabezota aun que no tenga razón, pero a ver, ellos tambien hacen lo mismo y hay muchas veces que tampoco tienen razón, pero claro si les dices algo te castigan y a la mierda todos los planes que tuvieses.Mi hermano se llama Pablo, pero todos le conocen como Bolo. Tiene un año más que yo. Siempre hemos estado muy unidos, con nuestras riñas y cabreos como siempre pasa con los hermanos, pero en el fondo siempre nos hemos defendido mutuamente. A veces pienso que él es el único que me comprende.
¿Mi día a día? Nada interesante, colegio, estudiar, salir los viernes y los sabados, volver a casa, estudiar y vuelta a empezar.
Supongo que todo tiene un principio asique voy a empezar por mi principio. No os penseis que voy a comenzar por el día en que nací o algo así, no. Ni de coña. Empezaré por el día que por primera vez me dejaron salir por la noche hasta la misma hora que mi hermano. Fue hace dos años cuando acababa de cumplir 14 años.
**********
Mi madre esta sentada en la mesa de la cocina terminando de cenar, mi hermano se ha subido a su habitacion para cambiarse de ropa y mi padre esta en el salón. Yo estoy en frente de mi madre, mirandola fijamente.
- Es que no entiendo por qué te enfadas- dice mi madre despreocupada.
- Pues es que no es justo, a él siempre le dejais mucho más tiempo que a mi y solo tiene un año más que yo, joder- la respondo yo gritando.
- cuida tu vocabulario jovencita- mi padre aparece en la puerta- la verdad es que tiene razon la niña, Marisa, solo tienen un año de diferencia, dejala solo por hoy.
- Bueno, solo por esta vez- respondió mi madre levantando la mirada del plato.
- ¿si? ¿Hasta la misma hora que Pablo?- volví a preguntar para asegurarme.
-si, vete antes de que cambiemos de opinión- mi padre convenció rapidamente a mi madre, pero seguro que esperaba algo a cambio.
Salí de la cocina y fui a la habitacion de Pablo gritando.
-¡me quedo hasta la misma hora que tu!
- ¡¿qué?!- salió de la habitacion sin camiseta-mama, ¡esto no es justo!
- me han dejado ellos idiota- le hice burla.
Siempre nos hablabamos como si nos odiasemos pero los dos sabiamos que iba en broma.
Seguí el pasillo hasta llegar a mi habitación. Una vez en mi salon privado cerré la puerta. Cogí el movil para mandarle un mensaje a mis amigos de que hoy me podría quedar hasta que se fuese mi hermano, enseguida contestó la gente diciendo que ibamos ha liarla.
Era viernes por la noche asi que me podría quedar hasta las 2 y mucho incluso 3 de la mañana. Abrí el armario y saqué unos shorts apretados y una camiseta de tirantes. La camiseta era blanca y tenía escrito en color negro: blow up your mind.
Me cepillé el pelo. Era color castaño claro, de hecho mucha gente dice que soy rubia, pero si te fijas tiene tonos marrones.
Cogí las llaves de casa, me puse mis converse azul eléctrico y fui a por mi hermano. Él estaba en su habitación hablando por teléfono. Antes de entrar llamé a la puerta. Entré a la habitación y sin ningún reparo me senté en su silla de escritorio, empecé a dar vueltas hasta que Pablo me paró la silla.
- hey, ya estate quieta.
- vale..-
Siguió hablando por teléfono; parecía ser algo importante para él. En cuanto terminó de hablar me hizo una señal y nos fuimos juntos.
Nuestro pueblo no era muy grande, pero tampoco se podía decir que era pequeño. Él había quedado con sus amigos en el quiosco de la plaza y yo había quedado en la plaza. Llegamos allí y Pablo se fue hacia el quiosco.
- ¡Bolo! ¿Que pasa chaval?
- Nah, que hoy me toca aguantar a la enana- contestó mi hermano señalandome con el pulgar.
Yo simplemente le saqué la lengua. Después empecé a buscar a mis amigos y vi a Marta sentada en un banco.
Fui hacia ella para sentarme con ella.
-hola chata.
-hola, martichuu- dije mientras colocaba el puño para que me chocase con el suyo. Hicimos un saludo y me senté a su lado.
-entonces hoy te quedas hasta tarde, nos lo vamos a pasar genial- añadió Marta dandome un golpecito en el hombro. Ella llevaba una camiseta verde, más bien turquesa que tenía escrito "pervert 17" en letras blancas. La camiseta era de manga corta y cuello ancho, dejando ver bastante de sus hombros. Luego llevaba unos shorts de talle alto color azul oscuro que tenían unas piedrecitas doradas en un lateral.
-si, hoy me dejan como toda una mayor- dije con voz de niña pequeña.
-claro cariño- logró decir Alvaro entre risas.
Justo se acababan de acercar dos chicos que eran del grupito de mi hermano. Alvaro era el alto y Marcos era el más bajito. Alvaro tenía el pelo castaño y Marcos lo tenia negro. Marcos era mas musculoso y llevaba unas bermudas beige y una camiseta de manga corta color azul que decía "smoke great life👌🏻", la camiseta era larga y le tapaba la cintura, por eso no se apreciaba que llevaba los pantalones caidos y se le veian los calzoncillos. Alvaro llevaba unos pantalones de chandal por las rodillas y una camiseta de tirantes roja que tenía un toro negro dibujado. A Alvaro se le conocía como Varo y a Marcos como el Mecos.
- eso ha sonado de mariquitas- le dije a Varo riendome.
- tio Varo, la niñita de Bolo tiene razón- le dijo también Mecos riendose.
- oye, que yo no soy niñita de nadie, bien independiente soy...- solté algo mosqueada por el comentario.
- vale vale- dijo Mecos sonriendo picaramente.
Varo le dio un codazo a Mecos haciendole una señal de que le siguiera la cortiente y empecé a temerme lo peor.
- ¿independiente dices?- Varo cruzó miradas con Mecos- pues bebe esto.
Mecos me acercó un vaso de plastico enorme que parecía que tenía cocacola.
-eso es cocacola, ¿no?- preguntó Marta inocente.
Yo sabía la respuesta a esa pregunta y era no, no era cocacola. Se lo había visto preparar a mi hermano a escondidas de papá y mamá, se hacía con cocacola pero tambien llevaba algun tipo de bebida alcoholica.
- cocacola dice- Mecos empezó a reirse- ha dicho cocacola, Varo.
-no, Marta, es calimocho- dije yo segura.
- ¿pero eso no lleva alcohol?, Carla no lo bebas- dijo Marta subiendo el tono de voz.
- no importa Marta, por un sorbo no me va a pasar nada- le dije riendome para tranquilizarla. Aunque yo tambien estaba nerviosa, nunca antes había bebido alcohol, ¿y si me afectaba mucho?
- venga, demuestranos que eres muy independiente- dijo Mecos insistiendo con el vaso.
- vale, dame eso- solté seca.
Cogí el vaso y lo olí. Olía a alcohol, pero muchísimo más que el calimocho que preparaba mi hermano. Bebí el primer sorbo y Varo seguía mirandome como si fuese inferior a él así que cogí fuerzas y me bebí el vaso entero de un trago.
Cuando ya se iba terminando el tremendo vaso, las caras de picardía cambiaron a cara de asombro.
- ves- me levante y le di el vaso a Varo- soy intependiente.
- jodo, eso es ser una bebedora profesional.
Mierda mi hermano.
- yo... Esto... Bolo, yo...- intenté decir.
(Si, delante de sus amigos me hacía llamarle Bolo, así que le solía llamar así excepto cuando estaban nuestros padres delante)
- no importa- dijo empezando a reirse- no estarías pensando en disculparte por eso ¿no?
- no, claro que no- dije volviendo a mi yo normal y disimulando lo mejor que pude.
- pero que diablilla estas hecha- dijo de repente dandome otro vaso.
Yo lo cogí y bebi otro trago, porque la verdad no estaba malo. Cogí el vaso con una mano y señalando a Mecos y Varo dije:
- ¿veis? Soy independiente, tsk hilipoyas.
Me giré hacia Marta y empecé a caminar hacia ella.
- vamos Marta.
Marta empezó a caminar y al final acabamos en un 24 horas. Yo me compré unos chicles y nos quedamos allí hablando hasta que decidimos volver a la plaza. Cuando llegamos ya había más gente estaban los chicos y un par de amigas nuestras porque el resto estaban de vacaciones o castigados.
-Marta, Karla, ¿donde os habiais metido?- empezó a gritar Jenni.
Ella era alta y tenía el pelo corto de color rubio. Llevaba unos pantalones estrechos vaqueros color azul claro y un jersey negro que decía "f*** ya' all".
Esa chica estaba muy loca.
Me paso el brazo por los hombros y se puso a mi altura.
-asi que bebiste ¿eh?.
- si lo hice- contesté.
Jenni estaba fumando y tenía el cigarrillo en su mano izquierda mientras a mi me cogía con la derecha.
- pues bebe algo más, que es divertido- dijo Jenni cogiendole un vaso a mi hermano y dandomelo a mi.
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Vida de una aficionada
RandomDicen que toda afición es mala, en exceso acaba siendo una adicción. Contar el día a día de la vida de alguien cambia según que vida sea. Aqui contare varios infiernos y varios mundos de ensueño. Es la vida de una adolescente llamada Carla, cambiar...