Capítulo 2

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Narra Alice

Estaba acostada en mi cama con la cabeza guindando del borde de ella, mirando al techo raso; aun con la puerta del cuarto cerrada se podían oír los insufribles gritos de mis padres mientras peleaban, cosa que hacían casi a diario y ya no los aguantaba, estaban por volverme completamente loca, peleaban por puras estupideces y una de esas era yo,que hacia lo que quería y cuando quería, puede que lo hiciera por un poco de atención de parte de ellos ya que se la pasaban trabando o estaban ocupados haciendo cualquier cosa mas importante que estar aunque sea un rato con su única hija o puede que solo lo hiciera por placer o simplemente aburrimiento.

Desenrede mis audífonos y los conecte a mi celular, puse la música a todo volumen y me deje llevar, no los quería oír más.

Me desperté ya que no se cuando me quede dormida o por cuantas horas, solo sabia que ya era de noche, mire el reloj de pared de mi cuarto y ya eran las 12 de la noche, no podía volver a dormirme, ya había dormido demasiado hoy.

Me levante de la cama, saque una bolsita que contenía un polvo blanco de un cajón de mi mesa de noche y baje las escaleras del pasillo que conducían a la planta de abajo de la casa, me senté en posición de indio en la alfombra frente a una pequeña mesa de café echa de vidrio y vacié el contenido de la bolsa de platico sobre esta.

Cocaína.

Casi siempre la consumo para olvidarme de mis problemas pero ahora solo quiero relajarme un poco, aunque cuando me drogo pasan cosas.. raras, empiezo a tener alucinaciones, ya saben a ver cosas que no están ahí, a veces hasta las tengo cuando no me drogo, pero lo raro no es eso, sino que cuando las tengo veo seres de otro mundo o por lo menos eso creo yo, ya que nunca he visto animales o seres como estos.

Las personas a las que les cuento que me pasa esto me tachan de loca o esquizofrénica pero yo se que no lo soy.

Saco una tarjeta de mi bolsillo y empiezo a hacer líneas con la cocaína, después de tener unas cinco líneas echas acerco mi nariz a la cocaína y la empiezo a inhalar lentamente primero me siento eufórica y después mas alerta, se que dentro de unos minutos empezaran las malditas alucinaciones.

Me termino primero una línea, después otra y otra hasta que ya no queda nada en la pequeña bolsa de platico transparente.

Y justo como lo dije, las alucinaciones empezaron, empecé a sentirme muy mareada, todo de veia muy borroso, serre los ojos para ver si paraba o algo pero no, cuando los abri ya no estaba en la sala de mi casa sino que ahora estaba en un mundo totalmente raro. Wonderland como solía llamarlo yo, ya que tenia un gran parecido con la película de Alice in Wonderland, solo que esto no era Wonderland y yo no era esa Alicia.

Ahí yo podía hacer lo que quisiera, nadie podía verme pero yo a ellos si y eso era genial pero también espeluznante, porque como no detectaban mi presencia los podía ver haciendo cualquier atrocidad.

En mi pasada alucinación vi como un sombrerero loco con cabellos rojos como la sangre y atuendo extraño(aunque sexy) cazaba a un conejo de un blanco inmutable que huía velozmente de el, sostuvo las dos patas traseras del animal y de una jalada las arranco, haciendo que la carne del conejo se desgarrara toda hasta partirlo en dos, haciendo que todos los órganos de este cayeran al piso junto a toda su sangre, pero entre toda esa sangre había algo que brillaba, era una pequeña llave, el sombrerero se agacho junto a lo que quedaba del animal y saco la llave, la limpio en su pantalón y después la metió en su bolsillo, como ya había obtenido lo que quería se marcho con una sonrisa retorcida en el rostro dejando en el piso lo que hace unos momentos había sido un lindo animal. Se me retorcieron las tripas al verlo ahí tirado, lo se irónico ¿no? pero aun así no era lo peor que he visto, aunque cueste creerlo.

En esta alucinación estoy viendo a dos chicos bastante obesos, parecen un par de pelotas y sus cabezas tienen forma de huevo y al parecer son bastante-demasiado- estúpidos. Están "jugando" con un pequeño niño que debe de tener unos 11 años mas o menos, ellos lo están empujando y molestando.

De pronto cada chico toma un brazo del pequeño y lo llevan a rastras hasta el puente mas cercano y yo los sigo para ver que va a suceder, los gordos sueltan al niño en medio del puente y este cae de rodillas, lo empiezan a patear una y otra vez y un hilo de sangre cae de su boca, el chico ni se defiende, de seguro es porque sabe que igual no lograra nada, ya que los otros lo duplican en tamaño. Los gordos se miran entre si y parece que entienden lo que el otro piensa con tan solo una mirada, vuelven la vista al chico y uno le tuerce el brazo hasta que se oye un sonido como de algo rompiéndose y un sonido gutural sale de la garganta del niño y se que es porque le ha rato el brazo. Después lo arrojan al rio que hay abajo del puente y este cae sobre las rocas, quien sabe cuantos huesos se habrá roto. Aunque la verdad no me importa ni en lo mas mínimo. Me quedo observando el cuerpo del chico hasta que la corriente se lo lleva y desaparece de mi vista.

Los gordos se van de ahí riéndose y la verdad es que..me contagiaron la risa, fue un poco divertido lo del niño aunque muy cruel. No entiendo por que me da risa pero así es, bueno capaz tantas alucinaciones y películas de terror me están cambiando. No se.

De pronto siento que vuelvo a la realidad, a la sala de mi casa y todo toma su forma real y ya no hay niños, gordos o puentes solo las típicas paredes blancas y los mismos muebles negros de cuero de siempre.

Me levanto recojo mis cosas y subo a mi habitación aun un poco mareada, de seguro cuando duerma me sentiré mejor, ya veremos mañana.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2015 ⏰

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