Roommate -Gay-

Bienvenida

(Alex)
Era una mañana fresca y tranquila, al igual que todas.
Las vacaciones de verano estaban apunto de terminar y todos los alumnos del internado Hawtville regresaban después de unas vacaciones de descanso y diversión con sus familias.
-¿Cuánto falta? -dije
-Solo unos minutos Alex, relájate -dijo mi madre tratando de no perder la paciencia.
En menos de veinte minutos llegamos. Mi madre estacionó el auto y aguardo unos instantes antes de hablar.
-¿Quieres que te acompañe a la oficina principal para que te den tu habitación y tu horario?
-No ma, conozco bien este lugar, he estado aquí casi toda mi vida, no tardo
Bajé y me dirigí a la oficina de informes. Había bastante fila así que esperé a que fuera mi turno.
-Hola Jane -dije a la encargada
-Alex, hola. ¿Qué tal tus vacaciones? -dijo la encargada
-Pues bien, nada fuera de lo común -dije riendo-. ¿Por casualidad tendrás mi habitación y mi horario?
-Seguro -dijo y comenzó a buscar entre los papeles de los alumnos-. Sí, aquí está. Habitación 2-16, aquí esta tu llave y tu horario.
-Gracias -respondí y me dirigí a la puerta-. Oh Jane, otra cosa. -dije regresándome
-¿Si?
-¿Por casualidad sabes quién será mi compañero de cuarto?
-Si, déjame checar... Oh será un chico llamado Sam
«¿Sam? Dios ese chico me harta, me choca que sea tan insoportable y odioso» pensé
-Amm gracias, y ¿no puedo cambiar a mi compañero o que me cambien de habitación?
-No Alex, lo siento
-Bueno, gracias
Me dirigí al auto y vi a mi madre leyendo una revista de chismes.
-Listo -dije
Me ayudó a bajar mis cosas, me despedí de ella y me dirigí a mi nueva habitación.
No hubo necesidad de insertar la llave, solo empujé la puerta y vi a Sam acomodando sus cosas.
-Hola -dijo indiferente al verme en la puerta y continuó acomodando sus pertenencias
-Hola
-Si no te molesta, ocuparé la cama de arriba -dijo refiriéndose a la litera
-Seguro -contesté, después de todo no quería discutir en ese momento
Puse mis maletas y demás cosas sobre la cama de abajo y me senté un momento.
Cuando él terminó de acomodar su ropa, me dirigí al armario de al lado y comencé a guardar la mía.
Todo ese tiempo ninguno de los dos había decidido a cruzar palabra alguna. Cuando terminé fui a la cafetería por algo de almorzar y me encontré con mis amigos.
-¡Alex! -gritó Shannon. Ella y Andy corrieron a saludarme
-Hola Chicos, ya los extrañaba
-Y nosotros a ti hermano -dijo mi mejor amigo
-¿Oigan, y quienes son sus compañeros de cuarto? -dije pensando en el molesto Sam
-Bueno, no es una agradable compañía pero estoy con Kina -dijo Shannon resignada
-No me quejo, a mi me toco con Jake -contestó Andy
-Pues les gano, me tocó con Sam -dije haciendo una mueca
Ambos abrieron los ojos de golpe y me miraron sorprendidos e incrédulos
-¿Es chiste verdad? -dijo Kina
-No
-¡Amigo! ¿Te das cuenta de lo que estas diciendo?, Sam y tu se odian, han competido por ser el mejor desde que íbamos en secundaria, se la pasan peleando a cada rato, ¿cómo se supone que sobrevivirás?
-Con fe y es fuerzo -dije pensando en un plan.
-Bueno chicos, es nuestro segundo año de prepa, hay que disfrutarlo
-Creo que tienes razón Shan, tienes razón -dije cuando tuve una magnifica idea
Al anochecer, comencé a arreglarme un poco para asistir a la fiesta de bienvenida. Sam no se había aparecido en casi todo el día desde la mañana que lo vi. Agradecí a Dios por eso, unos minutos sin Sam era como un descanso de su molesta e irritante voz.
Me puse algo cómodo, a fin de cuentas la fiesta era informal. Tomé mi celular y me dirigí al gran salón de eventos. Hallé a Shannon en las bancas del jardín frente al salón sentada junto a Andy
-Hey chicos
-Hola Alex -dijo Shan-. Guau, me encanta tu camisa, luce muy buen con tus jeans
-Gracias -dije sentándome con ellos
-Oigan, últimamente me he puesto a pensar en las travesuras que podríamos hacerle al señor Hoffman -dijo Andy-. He pensado que podríamos investigan en cual habitación se queda y llamar anónimamente a un supermercado para que le lleven diez kilos de pescado fresco
-¿Qué no el señor Hoffman odia el pescado? -dije
-¡Exacto!
-Okay, eso suena muy divertido y me gustaría ayudarlos, pero si nos descubren, juro que haré como que no los conozco
-Relájate Shan, no pasará nada -dijo Andy convenciéndola
-Esta bien, por cierto ¿Qué onda Alex? Por fin te vas a animar a hablarle a Reagan?
-Si, ese será mi propósito, lo único malo es que muchos chicos están tras de ella, pero voy a intentarlo
-Así se habla hermano
-No... Puede... Ser, -dijo Shannon sorprendida
-¿Qué pasa Shan?
-Alex si te digo que no voltees, ¿me harías caso?
Me giré lentamente preocupado por lo que vería. Pensé que era un maestro o que alguien había robado algo de mi dormitorio y lo traería puesto. Pero lo que vi fue aún peor. Sam venia vestido exactamente igual que yo acompañado de Reagan y de un par de chicas más.
Me encaminé hacia él y le dediqué una mirada asesina, él puso los ojos en blanco y luego me miró irritado
-Vaya, se nota que te gusta hacerme enojar -dije disgustado
-¿Qué?
-¡Ay por favor!, no me digas que aun no lo hayas notado
-Disculpa, pero no sabia que vendrías vestido así -dijo a la defensiva-. Es más, ni sabía que vendrías
-Da igual, espero no vuelva a repetir ¿me escuchaste? -dije
Había olvidado que Reagan estaba ahí, así que evite discutir más.
-Bien -volvió a poner los ojos en blanco y siguió caminando chocando su hombro con mi pecho al pasar.
Logró que perdiera el equilibrio pero gracias a Shannon que se encontraba detrás de mi, me sostuvo antes de que cayera.
Me dirigí con mis amigos a la entrada del gran salón y nos situamos en uno de los extremos donde se encontraban las botanas y bebidas. Comenzamos a probar los bocadillos y nos sentamos en una de las alargadas mesas que se hallaba a los costados.
-Alex, mira, Reagan está sola, ¿por qué no la invitas a bailar? -dijo Shannon
-Claro, iré
Me levanté de mi asiento y me dirigí hacia ella.
-Hola, este... ¿Te gustaría bailar?
Me miró un poco confundida pero luego me dedico una sonrisa.
-Seguro
Bailamos unas cuantas canciones y luego regresamos a la mesa
-Fue increíble, me gustó
-Si, a mi también -dije sonriendo-. Tal vez deberíamos repetirlo
-Por supuesto -sacó una libretita y comenzó a escribir, luego me tendió la hoja y la tomé
Platicamos por un buen rato y en eso Sam se acercó a nosotros.
-Hey, Reagan. ¿Nos vamos? -dijo mirándome aun molesto
-Seguro, nos vemos luego Alex
-Claro, adiós
Regresé con mis amigos y y nos dirigimos a nuestros dormitorios. Cuando llegué, la luz estaba apagada y pude escuchar la suave y delicada respiración de Sam. Me puse algo cómodo y me metí a la cama.