*CLICK*
Me encendí un cigarro, oh, y que cigarro... Ese cigarro que te fumas despues de unas horas de sexo salvaje, cuando aún notas los arañazos que te arden, oh, ese cigarro glorioso.
-Oye, ¿donde tiro las cenizas?-dije a mi "compañera".
-Pues no lo se... Búscate la vida. Mientras no me quemes nada y no me tires la ceniza en el suelo...
-Tio...-dije cuando vi la ventana- Eso está echo- y dicho ésto me senté en la ventana todavia desnudo y mirando como la luz de la luna daba, aún mas forma a sus preciosas curvas.
Si, esa tia es perfecta, 1'60, pelirroja, con la cabellera hasta la cintura, piercing en la lengua y en el ombligo; un culo digno de admirar y unas tetas no muy grandes pero muy buen puestas, la verdad.
-Quieres un cigarro de la alegria, princesa? Tengo Blue Elephant y está que te cagas.-dije sacando una bolsita de 50 pavos de mi riñonera-.
-Vale, en la mesita tengo grinder, papel y un cenizero. Coje lo que quieras.-dijo acomodandose con los cojines en la cama-.
-Mira como para esto si que tienes cenizero eh?-dije riendome y empezando a trinchar-.
-Claro-dijo entre risas-.
Lo acabo de liar y lo enciendo.
-Toma, para que no te quejes-dije pasándole más de la mitad del porro-.
-Gracias- dijo con voz seductora mientras lo cogia y empezaba a fumar.
-Me pones mucho cuando fumas, que lo sepas, si sigues así no podré resistirme más.-dije acercandome a ella y besandole el cuello-.
Ella dejó el porro en el cenicero y puso sus labios sobre los mios, lentemente, saboreando el momento.
En ese mismo instante estallé, cojí un condón que tenía a mano y me lo puse lo más rápido que sabía.
La levanté y penetré al mismo tiempo empotrandola contra el cabezal de la cama mientras le besaba el cuello. Os podeis imaginar el resto.
