Llego a la mansión con mi audi TT negro metalizado y las llantas verde chillón, con mi riñonera llena de hierba y tabaco dispuesto a liarla en la fiesta.
La puerta se encuentra abierta, entro con un porro en la boca y dos bolsas llenas de botellas de alcohol. La música, una mezcla entre dancehall y reggae se oía desde el patio de la casa, que fiestas que monta el cabrón de mi primo.
Me voy a la cocina, directo, paso de saludos, la música se pare y mi primo me pregunta que me pasa cogiendome por atrás. Me giro, le tiro el humo en la cara y le doy las bolsas.
-Pon esto en la nevera ¡YA!-digo mientras le doy un abrazo.
-¿¡QUIEN COJONES HA PARADO LA PUTA MÚSICA!?-Digo gritando, saliendo de la cocina, al tiempo que todos se giran.-Va, volvedla a poner, inútiles.-digo y le meto caña al porro.
I de golpe, joder, entro ella, una pelirroja, bajita, un pírcing en la lengua y en el ombligo!
Ya tenía una misión para esa fiesta.
