Capítulo 14.-

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Para Blake los días pasaban como la arena de algún reloj, tan lenta, tan agobiante a la espera que el último granito de arena cayera. Y eso solo pasaría a final de esa última semana.

Las mañanas las pasaba sola, debido a que no podía luchar, no podía ir a todas las clases y según Yang era mejor perder toda la clase que solo algunas. Por lo que Ruby, Weiss y Yang le conseguían la materia del día y se la entregaban en la tarde para que ella lo transcribiera. Cada mañana Blake seguía una rutina de la que ninguna persona era conciente.

Apenas se levantaba y se estiraba un poco, moviendo su brazo para acostumbrarlo a ser flexible y no quedarae tensado. Después realizaba algunos ejercicios pequeños en el cuarto, dado que en su mente todavía quedaba grabada su lucha con Adam. Ella no podía perder un día de entrenamiento, ninguno, aún cuando todos le dijeran que descansara.

Mas tarde, y al llegar el resto de su equipo, conversaban sobre su día. Ella prestando atención a todo lo que le comentaban, como Weiss y Ruby parecían tener sus propias cosas que hacer, se retiraban grandes horas tras eso, al ella preguntarle a Yang, esta se encogía de hombros y mencionaba:

-únicamente están en la biblioteca buscando información.

Me oculta algo... -pensó Blake.

Blake observaba a Yang con disimulo, tratando de decifrar que era lo que ocurría con Weiss y Ruby. Pero como no lograba averiguarlo, decidió por restarle importancia.

Con Yang hablo un largo rato, Yang en una parte de la conversación pidiéndole si podía recostarse en sus piernas.

-¿en mi piernas? -le pregunto Blake sorprendida a Yang.
-exacto~ ¿puedo? -Yang la miro a los ojos, ella sosteniendo su mirada junto a la de ella.
-claro -aclaró Blake, una pequeña sonrisa en su rostro.
-gracias -le sonrió Yang con esas sonrisas tan deslumbrantes.
-de nada -susurro Blake mientras Yang se recostaba en sus piernas.

Sus cabellos dorados ocultando el resto de sus piernas.

Yang siguió conversando con ella, los temas tan irrelevantes como divertidos, Yang moviendo sus manos como para expresarse mejor y darle mas ánimo a la charla. Blake mantenía en todo momento su libro abierto, lo mantenía justo al lado del rostro de Yang, que le daba el perfecto ángulo para leer y escucharla al mismo tiempo, las expresiones que Yang le otorgaba la animaban, y sin quererlo olvido completamente el libro junto a ella. Mirando a Yang conversar.

-aaahh -bostezo Yang de repente.
-¿estas cansada? -le sonrió Blake, despejado los pocos cabellos que cubrían su rostro.
-Aaalgo, es relajante estar así, he hablado con la profesora Glynda así que...-afirmó Yang medianamente dormida, sus ojos cerrándose poco a poco.
-no te preocupes, descansa Yang -gracias por siempre estar para mi.
-siempre -sonrió Yang ya con sus ojos cerrados.

¿acaso escucho mis pensamientos? Eso es imposible... -Blake mantuvo la calma, su sorpresa latente en su mirada.

-siempre descansaré si estoy así... -susurro Yang mientras se acomodaba, ya durmiendo plácidamente.

Blake sonrió con esas palabras, bajando su libro y colocándolo en el suelo, extendiendo una mano para acariciar la frente de Yang, haciéndole cariño con delicadeza.

Blake la observó dormir por un largo rato, manteniendo su mano en su frente. Yang ni siquiera moviéndose, únicamente se escuchaba su respiración al abrir un poco su boca.

Al abrirse la puerta del cuarto, levanto su mirada, sus ojos viendo hacia la puerta, escuchando las voces de Ruby y Weiss mientras pasaban.

Ellas cometían mucho ruido, y Yang había empezado a moverse un poco, por lo que llevo su índice a sus labios y les indicó a Yang.

World of Remnant  (RWBY FANFIC'S AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora