Capitulo 6.

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Amanecí en el hospital. ¿Otra vez? ¿Que me paso? Ah ya recuerdo, vi a Chris con Natalie, me puse celosa y me atropeyo un coche. Lo típico. Trate de moverme esperando un fuerte dolor pero nada. Mire mi cuerpo por debajo de la bata azul. Nada. Ni un rasguño. Se escucho una puerta abrirse y era Anne.

-¡Chipi! ¡Despertaste! -Me llamo con mi antiguo apodo, cuando teníamos 10 años me decía así.

-Hola. Obvio que si. Solo que... ¿Porque no me paso nada? -Pregunte con curiosidad.

-Aun no lo sabemos. Es raro de explicar porque tu de pronto te salvaste y Chris ya no estaba. -Dijo frunciendo el ceño.

-Que confuso. Yo no recuerdo nada. ¿Y has sabido algo de el? -Le dije con una pizca de esperanza a que dijera que si. Quería saber que al menos se había preocupado por mi. O quien sabe, tal vez en este momento se este tirando a la zorra de Natalie.

-No. No ha venido. -Dijo bajando la mirada.

Y fue cuando mi mundo se desmoronó, pero una parte de mi decía que no tenía porque preocuparse por mi, en fin, no éramos nada. Tal vez solo estaba jugando conmigo cuando hizo su declaración de no se si fue amor. Lo raro es que yo nunca había actuado así. Los chicos no me habían interesado nunca, incluso nunca había sufrido por uno. Pero Chris había cambiado eso. Pero claramente no estaba enamorada de el. Estar enamorada significa un sentimiento muy grande. Y debes estar segura de que lo sientes. Y yo no siento eso.

-No me importa Anne. Ya no es nadie en mi vida. -Dije procurando que mi voz sonara fuerte, lo cual, fallo. Sentía mis ojos húmedos. Hice lo posible para que no derramara ninguna lagrima de mis ojos, pero una vez mas, falle. Anne rápidamente la seco con su mano y me abrazo. Ni una sola lagrima mas por el derramare me prometí a mi misma. No se las merecía.

-Como no tienes ningun daño, cosa inexplicable, hoy te dan de alta. Me dieron tu ropa para que te cambies. Vamos hermosa. -Y era en estos momentos en los que agradecía al cielo por darme tan maravillosa mejor amiga. Salí junto con ella, y me vestí. Mis ojos lucían unas ojeras terribles con las cuales pude tapar con maquillaje. Después de ver a mis padres y despedirme de Anne, nos fuimos a casa. Mi celular sonó con un mensaje y lo revise.

De: Chris
Necesitamos hablar nena.

Primero no me iba a visitar al hospital ni se preocupaba por mi cuando me atropellaron por su culpa y luego quería que habláramos, y encima me llamaba nena. Ese hombre estaba mal, ya lo creo que ah de ser por ser un Black Demon.

Para: Chris
Vete a la mierda. No tenemos nada que hablar. Déjame en PAZ.

Y pulse el botón enviar. Al minuto volvió a vibrar.

De: Chris
Si no quieres hablar conmigo, entonces yo lo haré contigo a toda costa.

Bloquee mi iPhone sin responderle, que se fuera a freír espárragos.

Había sido un día cansado por lo que me acosté en mi cama. Estaba cayendo en un profundo sueño cuando un ruido me despertó. Era la ventana, alguien queriéndola abrir.

-¿Que demonios...? -Dije viéndolo.

-Te dije que si no querías hablar conmigo, yo lo haría contigo, y aquí estoy Blackie. -Dijo con su voz tan sexy. Me dolía escucharla.

-Si pero, ¿que no vez que mis padres duermen? ¿Blackie? ¿De verdad? -Le pregunte incrédula.

-Claro, soy tu Black Demon, tu eres mi Blackie. -Tengo que admitirlo, me encanta el apodo. Pero primero esta mi orgullo.

-¿Ah si? Pues no era tu Blackie cuando Natalie estaba casi encima de ti ¿no? -Y me di cuenta de lo cerca que estábamos, tanto que sentía su aliento mezclarse con el mío. Probar sus labios eran una de las cosas que mas anhelaba en el mundo.

-Natalie es una encimosa. Solo estaba dando una vuelta porque me lo pidió. -Uf.

-¿Y desde cuando eres tan obediente? Y encima a mi me... -Y me beso. Al primero mis labios no reaccionaron pero a poco se fueron soltando. Era un beso tierno y dulce, pero pensaba que íbamos muy rápido. Está bien que él hubiera sido parte de mi, cosa increíble, durante toda mi vida, pero apenas lo conocía. ¿Y si era un violador que solo me contó esa historia para engañarme? No, si hubiera querido hacerme daño ya lo hubiera hecho.

Me separe de él despacio y le sonreí. Tenía mucho sueño y ganas de descansar. Lo abraze fuertemente inhalando su aroma de sudor, vainilla y tierra. Era delicioso. No quería que se fuera, en este momento no me importaba que estuviera con Natalie.

-¿Duermes conmigo? -Le dije mirándolo tiernamente.

-Por supuesto. -Y se acostó conmigo en mi cama. Ya en el silencio me atreví a preguntar.

-¿Porque no te preocupaste por mi cuando me arrolló el carro? -Le dije con voz triste.

-Me preocupe mas que nada Blackie. En el momento en el que el carro iba a aplastarte me convertí en tu Black Demon, me metí nuevamente en ti y logre movernos a los dos antes de que te aplastara el carro. Por eso no tienes ningún rasguño. Y no fui a visitarte al hospital porque según las leyes del infierno, no me es permitido poseer el cuerpo del humano si ya fui expulsado de el. Viole esa ley y a cambio me presenté en un juicio, era probable que me mataran pero me salve. Por eso no pude visitarte, pero al menos salve tu vida.

-Gracias Chris. -Dije recostada en su pecho. Y antes de caer en un profundo sueño escuche unas palabras que me susurraban:

-Duerme Blackie, que aunque sea un demonio, protegeré de ti.

Black Demons (Sweet Romance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora