the "sister" of my boyfriend ❁ larry

☆.・ * three. *・.☆

Un sonido de impresión salió de mis labios, y de inmediato él se dio la vuelta, asustado.

Cubrió su cuerpo con sus pequeñas manos y comenzó a temblar ante mi mirada.

—¿Q-que haces aquí?

Cerré la puerta rápidamente al recordar que estaba aquí y no en el baño, tragué saliva y lo miré fijamente a los ojos.

Aún se me hacían reconocidos esos ojos, me quedé viéndolo por unos minutos y recordé el sueño que tuve, ¡Era él!

—¡Joder! —susurré asombrado, mi mente comenzó a recordar aquél sueño, grave error.

—Vete —pidió asustado, de sus ojitos comenzaron a salir pequeñas lágrimas y entonces me acerqué a él y lo abracé.

—No te haré daño dulzura. —miré más de cerca su cuerpo y relamí mis labios.

Deslicé mi mano por su espalda y lentamente bajé hasta su pequeño y redondo trasero. Le di un apretón y el gimió.

Una sonrisa triunfante se dibujó en mi rostro.

—¿Porque haces esto? ¡Eres el novio de mi hermano!

Le tapé la boca y lo acosté en la cama, boca abajo.

—Tu hermano y yo, somos amigos con derechos, cariño. —reí con suavidad. —Tus padres insistían en conocerme, y les dijo que éramos novios.

Manoseé su trasero y separé sus nalgas, dejándome ver su agujero rosa. Pero..

—Vaya, pensé que eras virgen, mh, eres una pequeña zorra. —comencé a lamer y morder su cuello mientras él pataleaba.

—N-no es eso..

Escuché unos pasos y me alarmé, abrí el armario pero lo único que encontré fue consoladores, lencería y otros juguetes sexuales.

Me giré hacia él y sonreí, el bulto entre mis piernas ya comenzaba a doler, a la vez que se marcaba más en el pantalón.

Comencé a tocarme ahí y el pequeño me miraba atento.

—¿Que tal si jugamos un rato? —agarré un consolador y unas esposas de color rosa.

Se las puse a la fuerza y nuevamente lo coloqué boca abajo, separé sus nalgas y metí el consolador dentro.

Se retorció y gimió.

—Shh, no querrás que nos descubran, bebé.

Después de unos segundos el consolador fue remplazado por mis dedos.

—A-ah.. Daddy.. —mordí mi labio con fuerza al oír como me llamó, era él, el pequeño con el que soñé.

—Dilo otra vez. —dije aumentando la velocidad.

—D-daddy.. ¡Ah! —se quejó al sentirme dentro de él.

Comencé a penetrarlo mientras él lloriqueaba y mordía la almohada, el sonido que hacía al entrar y salir de él era malditamente excitante.

Salí de él y me saqué la ropa, de inmediato se quejó. Mi miembro ya estaba libre desde hace segundos, lo acaricié y me quité las prendas restantes.

Lo arrodillé frente a mi y pude notar que sus mejillas estaban pintadas de un color rojizo.

—Vamos bebé, dale placer a daddy.

Me miró inocentemente por unos segundos y comenzó a lamer mi polla.

Su lengua era experta en esto, de repente sentí celos al pensar que se lo hacía a otros más y jalé con un poco de rudeza su cabello.