Las despedidas son lo peor

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Ya era Lunes, el día del vuelo, Juan estaba saliendo de su casa cuando le estaban esperando sus amigos y amigas tristemente. Se despidió uno a uno entre lloros y dijo que no les olvidaría, que siempre en el corazón y que volverá para verles un finde al mes.

Todas las maletas estaban ya en la Furgoneta, la furgoneta azul cromado en la que siempre estaba llevando a sus amigos a los sitios, la echará mucho de menos pensó.
Entro en la Furgo y se alejó de donde vivía, donde pasó su infancia y media juventud.

Ya llegando al aeropuerto le esperaba una grata sorpresa, Asia. Estaba esperándole en la entrada J-3 de la parte sur, por donde tenía que embarcar, pero el no sabia que ella estaba esperándolo.

-Asia ¡ - exclamó cuando la miro - que haces aquí creía que no podríamos vernos más y...- ella le beso y le cortó la frase.

Sus padres estaban con el y se dieron cuenta de que le echarían de menos y de que no lo deberían de haber hecho, pero no podían arrepentirse ya, no podía dar marcha atrás, temían que todos les mirasen mal por hacerlo y tengan problemas con mucha gente.

-Juan te quiero y necesitaba verte una última vez antes de irte, da igual como pero lo necesitaba porque te quiero, eres mi todo y mi nada las lágrimas brotaban de la cara de la chica mientras Juan se las retiraba- no quiero perderte, siempre estaré hay.
-Lo se yo también te quiero y también quiero estar hay pero no puedo, te fallaré en eso, espero poder estar en contacto Asia, que ya sabes que te quiero mucho princesa.

Se alejó hacia los escaner de seguridad y hay se le perdió entre el tumulto de gente concentrada. Queria huir dar la vuelta y volver, pero sabía que no podía hacerlo, crearía muchos problemas a gran escala.

Fue directo a su puerta de embarque y entro al avión, ya en el despegue vio como se alejaba todo lo que quería, su pueblo, sus amigos , sus familiares, su novia...

la distancia lo es todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora