Epílogo.

6 0 0
                                    

El doctor Maxwell, fue quien me ayudó a recordar. Fueron bastantes terapias, que ocuparon dos años de mi vida, y que rescataron mis recuerdos.
Lo recuerdo todo.
Recuerdo cómo, a los siete años, una niña castaña, Rachel, me había mordido, por el hecho de que llevábamos los mismos zapatos. Ese recuerdo es el que más me asombra, solo porque no sé, a pesar de tanto tiempo, quién había elegido por mí esos zapatos. O, quién había hecho que, mi madre, me llevara al colegio, para que Rachel me mordiera.
Ian Maxwell había sido mi única familia durante los dos años de estudios y de tratamiento en mi cerebro. Porque un día aparecí aquí, sin más, en esta pequeña ciudad costera, a la que mi maltratado cerebro había querido venir siempre. No sé quién me trajo, ni tampoco cómo lo hizo, pero simplemente, aparecí tumbada en la arena, con las suaves olas impactando con mi cuerpo para lograr despertarme.
Y lo hicieron.
Y me llevaron a esto, a la amnesia permanente, a recordarlo todo y a la vez nada, pero a llevarme a una vida feliz, y sin complicaciones.
Nada más que con la familia Maxwell.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 13, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Septiembre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora