Teñida del color de la amapola
pasea su melena contra el viento ,
su sonrisa es un rubor de cáracola
que capta la atención del firmamento.
Y gira gira su cabeza lentamente ,
llegando a lo profundo de mi mente
iluminando de alegría mi lamento,
captando la belleza en un momento,
llevándolo todo a su paso ,
su huracán no me perdona ,
también se lleva consigo ,
el alma de mi persona.
Envuelta , en una nube de misterio ,
me dice con dulzura en su sonrisa ,
déjame adentrarme en ese imperio ,
de sueños que suceden muy deprisa.