La chica que no sabía su nombre.

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En mi vida, han pasado muchas cosas. Las cuales muchas de ellas estan relacionadas con amor. No cualquier tipo de amor, sino de ese amor que quizás nosotros pensamos es el verdadero.
Asi comienza la primera historia. Un día, de cuando era pequeño, en mi escuela ocurrían muchas cosas, ya sean buenas o malas, a mi me daba igual. Yo no entendia bien todo como lo entiendo ahora, pero creo que eso era mejor. Ese dia ví una niña hermosa que al solo verla mientras yo estaba sentado en el piso, quede plasmado con cara de idiota que parecia muy estupido. Ella al parecer ni cuenta se dio de que yo la mirara y creo que así era mejor. Para mi era la primera chica linda que habia visto en mi vida, ya que ella era hermosa... su pelo era negro, largo y liso. Su piel un poco morena pero hacia que resaltaran sus ojos y sus labios tan fantasticamente que se me derretian los ojos al ver esa combinación de hermosura. Pero a pesar de todo eso me fue imposible darme si quiera el gusto de hablarle o decirle un simple: ¡Hola!.
Por mi parte yo recién era un niño, tenia siete años y no entendia nada de madurez, pero esa fué una de las razones por las cuales no me atrevía a hacer algo tan simple como saludarla. En esos dias para mi la escuela era tan fácil, sabia todo en mi curso de segundo básico, ya que en mi casa tenia una estricta madre perfeccionista que me hacia pasar estudiando, aunque gracias a eso se me hacia fácil.
Mis compañeros quizás no eran los mejores o también quizás yo no los encuentre así por llevar resién un año y medio con ellos, pero ya me fui adaptando de a poco. Ellos eran extrovertidos, chistosos y respetuosos, bueno quizá solo conmigo ya que me gané un tanto de su repeto siendo un mateo de la clase, a pesar de que eso me llevó a ser más reconocido a medida que crecia.
Pasaba la mayoria del tiempo de mi recreo jugando, como niño normal en cada recreo y algunas veces me detenia a mirarla a ella, y en eso se me iba el tiempo.
Un dia se me vino a la mente la idea de saber o quizás solo el intento de saber el nombre de aquella niña que me tuvo cautivado en tan poco tiempo. A simple vista parecia ser algo fácil, pero no era así. O por lo menos para mi no lo era tanto ya que yo no era muy sociable sobre todo con las chicas, eso me hacia muy díficil algunas cosas. Pensé maneras de poder saber su nombre y obtuve tres. Dos que quizás estaban más a mi alcanze y una que era imposible que yo la hiciera por mi nivel de tímidez, y esa era hablarle. Las otras dos eran jugar cerca de ella y que a una de sus amigas se le saliera su nombre, y la otra era preguntarle a alguna persona.
Hize primero el primer plan que era jugar cerca, llamé a unos amigos para comenzar a jugar cualquier juego que me hiciera a
hacercarme a ella, aunque no le dije nada a mis amigos. Así pasé casi toda la semana jugando a lo mismo, recreo por recreo. Ya los últimos dias era tedioso para mis amigos jugar a los mismo pero necesitaba solo a dos de ellos para jugar, y ya solo me quedaba un solo amigo que queria. Su nombre era Iván, él era muy introvertido, divertido y un tanto tímido como yo y eso me hacía tenerle un poco de confianza.
Lo malo de todo aquello, fué que solo eramos dos para jugar, de esa manera me fué inevitable invitar a mi amigo de infancia y corral casi, por asi decirlo, llamado Marcos. Que era una liebre con su rapidez y resistencia que me era un tanto compleja de perseguir ya que yo era un poco pequeño y un poquito gordito. Aunque de todas maneras igual me servía.
Complicada fué la posición en la que estaba, ya que Iván no quería jugar a correr porque era muy lento y Marcos era muy rápido y me haría cansarme tanto que me haría lucir mal y sería vergonzoso estar cerca de "la chica que no sabía su nombre". Entonces pensé, como ella estaba sentada en un extremo del patio, jugaré un rato con mis amigos al otro extremo y así me luciría y quizá se acercariá a vernos. Aunque creó que fue lo más estupido que pensé, ya que me sucedió algo inesperado. Hicimos un juego diferente a los demás, trataba de ir corriendo y saltar una altura como de cuarenta centímetros, la idea de eso era hacerlo muchas veces para que se fijara la chica en nosotros. Comenzamos a jugar, mi amigo Iván no pudo mucho, en cambio Marcos lo hacía sin problemas y yo ya me estaba cansando. Entonces ocurrió lo peor, llegó mi turno y comencé a correr, lo malo fué que no calculé la velocidad y salté poco, que de pronto fue un "Zas", y yo ya me encontraba en el piso quejandome. Que fué lo que sucedió, pués me falló el calculo, salté y no llegó mi pie arriba y chocó mi cabezota contra el duro cemento de ese pasillo levantado que había.
Mis amigos fueron de inmediato a verme y me llevaron a enfermeria, Iván se quedó conmigo y Marcos se fué a clases. Iván me preguntó: ¿Que estabas pensando?. Nada importante solo quería impresionar a una chica pero me fui en la emoción, exclame. Entonces Iván me mira, y dijo con tono enojado : ¡Dios!, como se te ocurre hacer algo así solo por una chica, ¿Acaso eres estupido?. No. Le repondí, no lo soy pero soló seguía los instintos de mi corazón.
Iván suspira y me dice: Esta bien, quizás no soy quien para decirte eso pero por lo menos ¿Dime una cosa?. Que cosa, agregué yo con tono de ingenuidad.
Dime ¿Quién es ella? Por la que sigue tu corazón me dijo. Okey, okey le dije. Te dire pero prometeme que no le dirás a nadie.
Ya, prometido Exclamó Iván. Entonces le dije: Mira yo no la conozco bien, pero la encuentro hermosa, y se la describí...
Entonces sobresaltado el me dice: Que?, creó que la conozco.
¿Y que tipo de conocida es? Le dije.
Si hablamos de la misma chica, ella es mi prima y creo que su nombre era Karina. Yo luego de eso me vino la estupidez al cerebro y pensé porque no había comenzado preguntando cuando de pronto me vinieron muchas ideas a la mente y me desmaye por el dolor.
Asi estuve un par de minutos, pensando desmayado las estupideces que hize y que habría hecho ella al verme cuando me sucedió aquel imprevisto. Así luego de despertar me fue a retirar mi madre, para llevarme a mi casa a reposar un rato, al llegar a mi casa comi algo y me acosté pensando las osadías que me hizo hacer mi corazón solo por alguien y me dormí pensando en ella, Karina.

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