Dulce mala suerte

Prólogo

Cuando tenía cuatro años, mi mamá fue a contestar el teléfono y yo como buena bebé quería algo de comer, no sé como porque en esos años no tenía memoria pero terminé con la cara embarrada de huevo, sí, al parecer lo único que pude alcanzar de la mesa fue la caja de huevos que para mi suerte, válgase el sarcasmo, se encontraba abierta regando sus dulces 6 huevos en todo mi cuerpo, cuando mamá volvió lo único que hizo fue reírse de mi y lo sigue haciendo aún y luego de quejarse porque tuvo ella que recoger todo el reguero.

Durante los 5 hasta los 13 mi vida fue básicamente normal, mi mamá tuvo un bebé cuando tenía los 5 , no me dejaba pasar tiempo con ella porque decía que podría ser peligroso -para la bebé, no para mi- papá se fue días antes de cumplir los 6 pues se dio cuenta que mamá estaba enamorada de otro hombre, uno con más dinero y mejor que mi papá, según ella papá nunca la había apoyado conmigo y ya estaba harta, no volví a ver a papá incluso cuando lo pedí en mís siguientes cumpleaños cuando soplaba las velitas en vez de pedir un poco de suerte, aún me pregunto por qué nunca llamó.

Cuando cumplí los siete, mamá me regaló una muñeca para mi colección, recuerdo que me encantaba guardarlas en el estante para luego mirar cual era la más bonita y jugar con ella, Nicholle; mi primo, quizo hacerse el gracioso dijo que podía volverla más bonita si le pintaba el cabello pues había escuchado a su mamá decir que una chica de su trabajo se había ganado a todos cuando se pintó el pelo de color, le pregunté cómo se podía pintar el pelo pues las crayolas no servían ya antes lo había intentado cuando coloreaba con ellas mis dibujos, él dijo que mamá tenía abajo un tarro con pintura para pelo y sería perfecto para mi muñeca, así que con toda la inocencia cogí la muñeca más bonita y nueva, la misma que mi madre me había regalado en mi cumpleaños días atrás, fuimos abajo y buscamos el tarro que dijo Nicholle, estaba justo en la terraza así que con todas las ganas metí la cabeza de mi muñeca dejandola unos minutos allí, cuando saqué la muñeca tenía la cara deforme y su pelo se había vuelto horrible. Ese día recibí un regaño por parte de mi tía pues no debía meter a mi primo en mis "raras" cosas y un castigo de mi madre por no seguir su regla de oro "si no es tuyo o no te he dicho que lo toques, no lo tocas". Adoro a mi madre y su confianza hacia mi persona.

Cuando cumplí 15 mamá decidió hacerme una fiesta, terminé con el vestido rasgado, el ponqué en el suelo y un tacón roto, si me lo preguntan, no sé como fue que todo pasó, sólo bailaba cuando resbalé con el cable del sonido y todo terminó de esa forma, mamá terminó furiosa y no volvió a hacer fiestas o por lo menos no conmigo presente. No volví a ver a Nicholle, mi tía decía que yo era mala influencia, menos mal, Nicholle nunca me cayó bien.

Shay tiene 13 años, mamá le compró un nuevo celular porque se lo merecía por sus buenas notas, me castigó porque por accidente mi celular se cayó a la alberca de los vecinos cuando intentaba huir de toby, el pero de los Husterson, no sé por qué pero ese perro parece odiarme. Me gradué como bachiller, ese día mamá dijo que lo mejor era que se hiciera una pequeña comida, a las doce terminé borracha con Nicholle riendo de mi pasandome más botellas mientras su amigo decía lo torpe que fui en la secundaria《como si eso fuera a cambiar》cuando menos lo creí le estaba dando mi primer beso al chico que hizo que llegara tarde a clase, que se me escapara mi hamster, que mi pelo terminara siendo fucsia, que tuvieran que prohibirme la entrada al laboratorio de quimica y por ende tener que hacer practicas por medio de videos de youtube, si, el primer beso a los 18 con el mejor amigo de mi odioso primo. O se me olvidaba, papá volvió la semana siguiente diciendo lo mucho que me extrañaba, intentó seguir en mi vida, días después me di cuenta que mamá le pidió que me ayudara, mi vida era un completo desastre.