Era tarde en la noche, quizás ya hora de dormir, me despoje de mi ropa y procedí a dormir en mi cama.
-¡Vamos Mishell, toma el cuchillo y corta aquella yugular! Te sentirás mejor lo aseguro.- susurraba en mi oído una voz frívola, que en ella se podía ver lo sangriento.
-¿Pero qué es esto? ¿Dónde estoy? -Gritaba desesperaba mientras me dedicaba a preguntar dando pasos en retroceso. Como olvidarlo; ahí fue cuando mis ojos quisieron fijar su mirada al frente, y creo que jamás me lo esperaba así, pero era un anciano ya con los ojos negros, muy viejo la verdad, caminaba hacia mí flotando y repitiendo palabras. –Corta- Decía aquel mayor.
¿Pero qué demonios? ¿Cómo era posible?, mi mano se levantaba suavemente y vale aclarar que era contra mi voluntad, trate de bajarla con la otra pero no era capaz, ¿Por qué aquel anciano me perseguía? ¿Qué hacia aquel cuchillo tan filoso en mi mano?
En un momento dado, tal vez en el que aquel anciano estaba lo suficiente cerca de mí, tome aquel cuchillo y corte su yugular. Mis ojos estaban en blanco, no se sentía mal la verdad, *Tome de la sangre que corría por su cuello mientras lamia los restos*, ¡pensé que era más amarga!- exclame.
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Creepypastas de mi vida
HorrorNo tengas miedo, vamos conoce a Mishell. ¿O caso eres de esos que le temen a la verdad que hay en sí? Eres un idiota recuerda que: "El miedo mas grande es aquel que creamos en nuestras mentes." O tal vez... ¿Eso te causa miedo?