Por fin se terminó esta odisea llamada escuela, que cansancio tengo.
Si hablamos de personas antisociales y solitarias eso soy yo, bueno un poco solitarias. Digo un poco solitario porque a veces ando con mi mejor amigo... El único que tengo, su nombre es Jack Mononobe y tiene la misma edad que yo. Por cierto yo tengo 16 años. Él es lo contrario a mí, es muy sociable con las personas, en especial con las chicas las cuales ni le dan la hora. Tal vez porque es un pervertido, pero creo que así lo quiero... Como amigo; no piensen mal. Y hablando del rey de Roma.
-¡Shun! -Alguien grita-.
-¿Y ahora qué quieres Jack? -Pregunté-.
-Nada, solo quería despedirme. -Dijo con una sonrisa en su rostro-.
-Ah, pues, adiós. -Dije con desgana-.
-¿Eeeh? Tienes que cambiar esa actitud jovencito, por eso no tienes novia. -Dijo en tono de mamá regañona-.
-Como tu digas. -Dije sin darle importancia a lo que dijo-.
-Eso espero. Bueno, hasta mañana, Shun. -Dijo mientras se iba caminando y agitando su mano-.
-Hasta mañana. -Dije-.
A veces me pongo a pensar, ¡¿Cómo demonios es que llegamos a ser amigos?! Digo, somos totalmente diferentes. Creo que fue porque el se iba acercando a mi, y pues nos convertimos en amigos. ¿Fue así? No, no lo creo, no es tan fácil hacer amigos. Bueno como sea.
Ahora mismo acabo de salir de la escuela. Estoy un poco preocupado ya que vivo solo, y se preguntarán ¿¡Por qué vive solo!? O tal vez les de lo mismo, pero de todas formas lo diré. Vivo solo porque mis padres murieron en un accidente de tránsito hace dos años y también soy hijo único, así que desde ese accidente me las he tenido que arreglar yo solo... Ni tan solo porque he recibido algo de ayuda de mis tíos. Claro está que mis padres me dejaron algo de dinero, pero ya no me queda mucho.
Además de eso sino pago mañana la renta del apartamento en donde vivo, el casero me puede correr en cualquier momento.
-Agh... ¿Qué haré? -Dije con ambas manos en la cabeza-. Estoy desempleado y sin nada de comer, porque la vida es tan dura conmigo.
Sigo caminando entretenido pateando una piedrecita por el andén, pero algo anda mal, no hay nadie en la calle y el ambiente se siente un poco pesado, cosa que no había pasado antes.
De repente escucho unos pasos y veo una sombra delante de mi, alzo la mirada y una mujer está en frente de mí. Tiene puesto un gran abrigo color gris, su pelo es corto de color rojizo y sus ojos son de un café muy profundo. Me quedo un rato viéndola como un tonto.
-Hola, guapo. -Dice con una sonrisa pícara-. ¿Qué haces por aquí? ¿Acaso estás perdido? -Dijo esto último quitándose el abrigo quedando totalmente desnuda.
-P-Pues... N-No, n-no estoy p-perdido -Dije tapando mi nariz con ambas manos para evitar una hemorragia nasal en ese momento-. ¡Qué l-le pasa v-vístase! -**No voy a negar que tiene buen cuerpo... Pero ¡¿Qué estoy pensando? !Yo ni siquiera la conozco**-.
-¿Así? ¿Quieres que me vista? -Me abraza colocando mi cabeza entre sus pechos-. Puedo darte placer.
-S-Suélteme -Dije tratando de separarme-. No quiero que me des "placer".
-¡Puedo darte placer! -Dice con voz de ultratumba-.
Levanto mi rostro y puedo ver como se empieza a transformar en un ser monstruoso. Le salen patas de insecto enormes de las costillas, su boca se hace muy grande apareciendo enormes colmillos y sus piernas desaparecen transformándose en una cola de serpiente.
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El Ojo de la Verdad
ParanormalShun, un chico "normal" de tan solo 16 años de edad; vivirá en carne propia sucesos escalofriantes de los cuales buscará una explicación. Explicación de la cual, también descubrirá que no es un chico tan normal como el cree. Puesto que se enterará...