"Hola" saludó Ana.
"¡¿Tú, aquí?! Recuerdo haberte pedido que me dejaras en paz" expresó Jess, sorprendida y enfadada.
"Te extraño, princesa" dijo Ana.
"¡Alisa!" clamó Jess.
"Shh. Con la boca cerrada te ves más bonita. ¿No quieres que te la cosa?" se acercó Ana.
"¡Deja en paz a mi niña! ¡Ya le has hecho suficiente daño!" exclamó una furiosa Alisa; había acudido al oír el llamado de Jess.
"La belleza no es gratis" replicó Ana.
"¿Belleza? ¡Ya lárgate, saco de huesos!" expresó Alisa, señalándole la puerta.
"Bien. Quédate comiendo tus asquerosos alimentos, cerda" dijo Ana, con desdén, y se retiró.
"Ni se te ocurra" le advirtió Alisa a Mia, al percatarse de que ésta estaba observando a Jess.
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Ana, Mia, Alisa
RandomLa ortorexia también puede acarrear consecuencias negativas. Esto no debe ser interpretado como una apología; es sólo una historia que escribí para pasar el rato. No os toméis el final como algo real; sólo es el final que yo quise darle a la histori...