Las gotas de sudor de los chicos caían al suelo, estaban realmente agotados, cogí unas toallas y se las repartí, era lo mínimo que podía hacer por ellos mientras ensayaban, a parte de encenderles el aire acondicionado y llenarles las botellas de agua siempre que fuera necesario. Me emocionaba viendo cuanto se esforzaban tanto al bailar, como al cantar, como al grabar los MVs, y demás. Con razón tenian tanta popularidad, su música de verdad era genial, su baile era realmente bueno, y había que admitir que todos eran muy guapos, a parte de que cada uno de ellos era único. Esos pequeños pero grandes idols, llamados INFINITE.
No podía estar más orgullosa de ellos, ni podría elegir otro grupo para ser su manager, mi trabajo era todo para ellos, cuidarlos, protegerlos, conseguirles sitios donde actuar, manejar toda su agenda, sus actividades tanto en grupo, como individuales o por sub unidades. Se dio por finalizado el ensayo después de varias largas horas, se quedaron un rato descansando en el suelo, hablando o repasando algún paso con la ayuda de otro compañero, se irían en un rato cada uno a descansar por su cuenta, ducharse o comer. Mientras, tuve que ir a atender unas cuantas llamadas y a arreglar unos horarios, fui a hablar con el CEO para avisarle de todas las actividades y que este las aprobara, después de eso, fui con las estilistas, maquilladoras y demás a informarles de todo, a veces no lo parece, pero tienes que hablar con muchísima gente, hacer muchas llamadas, programar muchas cosas, conseguir lo necesario para que tu idol se mantenga sano, comida, medicinas, y un largo etc. Terminé mi trabajo después de varias horas, cuando me di cuenta ya era muy tarde, paseé por los pasillos de la empresa decidida a irme a descansar por fin, pero un ruido me detuvo, paré y escuché.
La canción de 24 Hours de mis pequeños artistas sonaba no muy alta en la sala de ensayo, no estaban todas las luces encendidas pero si que se podía ver la luz de unos pequeños focos. Me dirigí hacia la sala y abrí un poco la puerta con mucho cuidado para no molestar. Una pequeña pero muy reconocible figura bailaba al ritmo de la música frente al espejo.
-Myungsoo, es muy tarde para estar ensayando, deberías descansar- Él se detuvo y me miró, se le veía muy cansado, parecía que se fuera a desplomar de un momento a otro. Siempre se esforzaban tanto, que mi corazón a veces se rompía al verles en ese estado, eran las 3am y su botella estaba intacta, ¿no había bebido nada de agua desde que había terminado el entrenamiento?
-Sí, es mejor que vaya a dormir, tu también deberías descansar, Hyunri- Asentí y me ofrecí a acompañarle hasta su dormitorio con los chicos, cogió sus cosas y salimos de la empresa para dirigirnos a mi coche, ambos nos subimos y arranqué en dirección al dormitorio.
Después de algunos minutos de camino, detuve el coche y miré al chico sentado en el asiento del copiloto para avisarle de que habíamos llegado, pero lo único que me encontré fue a un chico de aspecto angelical, pero a la vez tan normal y delicado, durmiendo. Mi corazón empezó a latir un poco rápido, pero mi mirada se mantenía sin ningún cambio, una mirada de cariño pero a la vez pena, se podría decir que por dos razones diferentes. La primera razón, cariño por todo ese esfuerzo y talento que mostraba todos los días, pena por tener que esforzarse tanto y a veces no ser reconocido. La segunda razón, cariño por todo lo que él era, más que un idol o un chico apuesto, una buena persona que ponía toda su fuerza en mejorar día a día, pena por que, aun que solo fuéramos una manager y si artista, mi cariño por ese chico era demasiado grande...A mi me gustaba Kim Myungsoo.
Subí mi brazo y alargué mi mano, cuando me di cuenta estaba apunto de rozar mis dedos con su mejilla, pero me detuve y la bajé a su hombro para moverlo lentamente, viendo como poco a poco empezaba a abrir sus ojos y subía la mirada hasta cruzarse con la mia. Odiaba pero a la vez amaba que esos ojos se clavaran en los míos, su mirada siempre era hermosa, fuerte y a la vez frágil. Por favor, para de mirarme así, solo me haces querer abrazarte y cuidarte. Eso era lo único que podía pensar.
-Gracias por traerme- Dijo después de despegar su mirada de la mia y mirar a la ventana viendo que ya habíamos llegado. Me dedicó una pequeña sonrisa y salió del coche despidiéndose de mi. Me quedé mirándolo hasta que entró en el dormitorio por precaución y después apoyé mi frente en el volante del coche, soltando un suspiro. Esos sentimientos algún día acabarían conmigo. Volví a mi dormitorio, me tiré en la cama después de tomarme una ducha y ponerme el pijama, me acurruqué entre las sabanas sin taparme con ellas y empecé a maldecirme a mi misma.
Todo eso me pasaba por no poder controlar mi corazón, todavía era muy joven, bastante joven para ser manager incluso, pero era buena en mi trabajo, tenia que admitirlo, solo tenia que aprender a controlar mi corazón y terminar ese amor que sentía por él. Acabé durmiéndome entre mis pensamientos.
Al día siguiente todo empezó con un gran caos, la furgoneta nos dejó tirada, una de las estilistas tuvo problemas y no pudo venir, y yo tuve que rehacer un montón de llamadas para conseguir un furgón nuevo y avisar de que igual nos retrasaríamos. Quería gritar ya que parecía que nada me salia bien, y yo tenia que hacer bien las cosas por mis chicos. Solté un gran suspiro bajando la cabeza después de colgar el teléfono y coger una bufanda entre mis manos.
-No te esfuerces tanto, todo saldrá bien, siempre sale todo bien gracias a ti- Alcé la cabeza para encontrarme con Myungsoo, me esbozaba una sonrisa tranquilizadora, no era la primera vez que me hacia eso y se lo agradecía mucho.
-Gracias Myungsoo, espero que lleguemos a tiempo- Dije mientras le colocaba la bufanda roja que había cogido en su cuello y se lo acomodaba apropiadamente. Cuando iba a bajar las manos, noté que algo tocaba una de ellas. Miré que hacia mi mano y vi que Myungsoo la había cogido con una de las suyas y le miré a los ojos, notando como por un momento me acariciaba la mano con el pulgar y después se iba con sus compañeros. Me quedé sorprendida, con mi corazón latiendo un poco rápido, y unas voces llamándome me hicieron volver a la realidad.
El día había sido completamente agotador, salí a un parque después de que los chicos hubieran terminado todas sus actividades y habían vuelto al dormitorio, me senté en un banco sin importar que mi larga chaqueta blanca se ensuciara o se mojara por la lluvia que había caído horas antes, quería tiempo sola para pensar, incluso tenia algunas ganas de llorar, me sentía tan infantil, queriendo a una persona tan inalcanzable, quería dejar de quererle pero nunca lo conseguía.
*Escuchar 60sec de Kim SungKyu*
Me levanté y empezaron a caer gotas, el cielo estaba tan triste como yo y eso solo fue un empujón más para derramar mis lágrimas guardadas, las dejé caer y cerré los ojos. Cuando me quise dar cuenta, unos delicados dedos estaban secando mis mejillas, abrí los ojos encontrando primero un color negro sobre mi, mi mirada se aclaró cuando pude despejar un poco las lágrimas de mis ojos y pude ver que era un paraguas cubriéndome, y el dueño de la mano que estaba posada en mi mejilla era el chico de mis pensamientos, que aceleraba mi corazón, pero también hacia que doliera y que llorara. Estaba sorprendida, mis ojos estaban muy abiertos, mi labios intentaron pronunciar un "¿Que haces aquí?" pero mi voz no salió.
-No quiero que llores, y en caso de que lo hagas, hazlo donde yo pueda cuidarte y secar tus lágrimas- Su mano bajó hasta mi mentón sujetándolo muy suavemente. Realmente no entendía nada, mi mente estaba confusa y el rocé de su mano en mi piel me confundía aún más. -Tengo que decirte algo...No puedo dejar que estos pensamientos sigan interrumpiendo mi mente, me gustas Hyunri.
Eso me dejó sin aliento, nunca pensé que esa frase saldría de sus labios, empecé a balbucear cosas sin sentido hasta que me relajé un poco. Tomé un poco de aire y mis ojos empezaron a humedecerse otra vez.
-Tu también me gustas, pero Myungsoo...Tu eres un idol, yo soy tu manager, eso no será aceptado, seguro que está...prohibido- Otra lágrima volvió a caer al pronunciar esa última palabra.
-La palabra "Prohibido" no existe en el amor, si la sociedad no lo acepta, sólo guardémonos de ella, todos tenemos derecho a amar, y yo quiero amarte a ti. Quiero mirarte sinceramente, agarrar tu mano, acariciar tu pelo, y que sepas mis verdaderos sentimientos. Sin importar lo que piensen lo demás, solo déjame amarte.
Al terminar la frase, sus brazos rodearon mi pequeño cuerpo que sentía que se iba a desmoronar, pero esos brazos me aguantaron, me hicieron sentir segura, me hicieron calmar mi corazón, sus labios se posaron sobre los míos con delicadeza, era un beso suave, pero con muchos grandes sentimientos en él. Sin duda, la palabra "Prohibido" no debería existir para nadie en el amor.
-Te quiero, Myungsoo.
-Te amo, Hyunri.
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"Prohibido no existe en el amor" - MyungSoo x HyunRi
Romance¿Quien dijo que la palabra "Prohibido" existe en el diccionario del amor? One-Shot MyungSoo (L - INFINITE) x HyunRi