Prólogo

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Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir... Un día, me mintieron de tal forma que me dolió y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad por delante... Un día, me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos hay que hacerse cargo... Ella se sentía tan mal, que su único escape era autolesionarse, sacó una cuchilla de su cajón y la paso sobre su muñeca con la fuerza suficiente para que empezara a salir sangre; pero... se dio cuenta que ya no sentía dolor , que para ella la hacia sentirse mejor, y ella sólo pensaba en cual era el siguiente paso, sí cortarse ya no la hacía sentirse "mejor", ahora... ¿que haría?

"Los ángeles pueden volar" susurro ella, y salto.

EMILYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora