"Si no me encuentras enseguida, no te desanimes;
Si no estoy en aquel sitio, búscame en otro.
Te espero, en algún sitio estoy esperándote".
18 de septiembre, Los Ángeles, California
6: 12 a.m.
-Kay, no encontramos a la novia- Fueron las primeras palabras que escuche al despertar aquel diez ocho de septiembre. Salte de la cama como desquiciado y me vestí más rápido de lo que nunca lo había hecho. Vaya sorpresa para comenzar el día de mi vida.
-Nathan, ¿Dónde está ella?- Mi mejor amigo se encontraba sentado frente a mí, nervioso, y no tendría porque no estarlo, yo estaba fúrico, totalmente fuera de mis cabales.
-Lo he repetido tres veces, cuando fui a despertarla no estaba en su habitación- Dijo asustado
-¿Y eso cómo demonios es posible si vives con ella?- La rabia no podía conmigo, esto era totalmente extraño. Nathan es hermano de mi prometida, también, mi mejor amigo y supuestamente, la persona que se encargaría de cuidarla, para que este día fuera perfecto, viven juntos ¡Por Dios! , ¿Cómo podía haber desaparecido en sus narices?
-¡No lo sé!- Exclamo- No sé cómo pudo haberse ido, no está por ningún lado, no la encuentro, no responde su celular, Dios, ¿No ves que estoy más nervioso yo que tú?- Me encontraba casi encima de la mesa acorralándolo, haciendo los papeles de policía malo y victima temeraria.
-¿Le has hablado a todas sus amigas? – Nathan asintió- ¿A tus padres? ¿A sus amigos? ¿Primos? ¿Tíos? ¿Vecinos? ¿Conocidos? – Siguió asintiendo como loco con una cara de espanto peor a las que verías en una película de terror, vaya amigo cobarde. -¡¿A todos, Nathan?! , no quiero que quede ningún conocido a quien no hayas llamado- Amenace
-Kayro, he llamado a todos nuestros malditos amigos, conocidos, a sus mascotas y no he dado con ella, las chicas están asustadas; santo cielo, ¡No había nadie más emocionado para esté día que ella!- Definitivamente estábamos desesperados, ¿Llamar a sus mascotas para encontrar a mi prometida? Un caso serio, sin duda.
-Nathan, ¿Y si la secuestraron? – Pregunte al borde del llanto, cual mujer viendo Titanic- ¿Había alguien que se oponga a la boda?
-Aparte de mí, creo que nadie- Eso es amigos, no quiere que me case con su hermana. Por razones desconocidas, cabe decir- Kayro- Hablo serio
-¿Mande?- Respondí saliendo de mis pensamientos, necesitaba pensar en posibilidades. ¿Qué estaba pasando? Deberíamos estar arreglándonos en este momento, no buscando a la novia.
-No crees que ella... ¿Se escapará?- Nathan me observaba nervioso esperando mi reacción. Pero quede pálido como hoja.
-¡No seas idiota!- Reaccione dándole un golpe en la cabeza- No se atrevería a hacer tal cosa, ella me ama, tenemos años soñando con este día, no me dejaría plantado- Reclame rabioso, cuando internamente estaba nervioso y llorando como nena.
-Lo sé, hermano- Dijo mientras pasaba su mano por la zona recién golpeada - Es solo que... todo puede llegar a pasar, ¿Qué tal si se puso nerviosa en medio de la noche y no tuvo otra idea más que huir?- Cuestiono pensativo
No quise imaginármela saliendo de su casa en la noche, sin hacer ruido como delincuente solo porque no tuvo el valor de cancelar nuestra boda, la simple idea era demasiado perturbadora. Mi querida prometida era demasiado valiente para esa clase de cosas.
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¿Dónde está mi corazón?
General FictionElla, una extrovertida joven con el cabello de colores. Él, un tipo serio y centrado que lucha con mantener los pies en la tierra. La única cosa que estos dos tienen en común, es que se aman con locura. Se suponía que sería el día más feliz de t...