Prólogo

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En la america coorporativa, la famosa jungla de asfalto, el eslavón más débil siempre ha sido pisoteado, humillado, maltratado e incluso dejado de lado por las altas esferas que controlan el mundo financiero. El hombre blanco siempre ha pensado que tiene el control y es superior solo por el simple hecho de ser blanco y dominar la tecnológia. Esto es así hasta tal extremo que una de las bases del mayor problema al que se ha enfrentado la humanidad (el nazismo exhacerbado de Adolf Hitler) haya venido dado por la xenofobia y la exhaltación de la figura del hombre blanco, mas especificamente el hombre blanco de raza Aria, como ellos la llamaban. Fue un caso extremo de xenofobia y racismo, que llevó a europa a destruirse entre sus miembros.

Charles Darwin estaría orgulloso de saber que el hommo sapiens sapiens ha llegado al extremo de involucionar por exceso de evolución. Nos encontramos en un punto donde la sociedad reprime tanto al débil que este acaba revelándose y desmoronando el sistema democrático que nos han impuesto los líderes políticos, alterando el orden natural de las cosas, según ellos. Poco a poco el sistema, erróneo y equívoco como el que más, empieza a caer de manera estrepitosa hasta sumirse en la más profunda oscuridad instantes antes de desvanecerse por completo y desaparecer. Los de arriba siempre nos han juzgado y tratado como seres inferiores, se han divertido acusandonos de crímenes tan poco racionales como la estafa a un estado lleno de estafadores. Se rien de nosotros prohibiendo la marihuana y la prostitución porque saben que con las multas e impuestos pueden llevarse mucho más que con su legalización. Así, al año mueren miles de mujeres secuestradas por grupos terroristas que trafican con su dignidad y la humillan hasta sacarle el último ápice de humanidad, cuando por el contrario, si ese trabajo fuera legal, todas las mafias tendrían que declararlas en la seguridad social ofreciendoles un escudo antiviolaciones, antimaltrato y reaccio al abuso de cualquier tipo.
Por eso la historia que vengo a contaros está llena de gente harta de hipocresía y llena de valores, al contrario que los leones financieros que estafan a la plebe en esta dictadura fascista a la que llaman democracia, eso sí, todo esto edulcorado con una pizca de fantasía y humor, espero que os guste.

Delirios de un triste arlequínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora