Las agujas del reloj hacían su típico ruido, el único ruido que había en esta oficina. Mis piernas estaban cruzadas entre sí en el pequeño sofá marrón, mis brazos estaban de la misma forma y mis dedos tamborileaban en ellos. Mi pierna derecha -que estaba encima de la izquierda-, se estaba moviendo constantemente gracias a mis sacudidas con el pie. El doctor Pharrell se levantó ya cansado de nuestro silencio y se sentó cómodamente en su escritorio. Sus anteojos estaban un poco más bajos de lo normal, tenía en manos su pequeña libreta en donde anotaba todo sobre mí.
—¿No piensas hablar? —me preguntó por tercera vez en este cuarto de hora. Yo solo me limité a parar de hacer el pequeño baile que hacía mi pie.
—¿No piensa dejarme ir? —respondí con otra pregunta. Muy común en mí.
El psicólogo Pharrell, aquel doctor que tanto detesto. Después de que mis padres fueran brutalmente asesinados, mi tía me inscribió para una de sus sesiones, cosa que terminó siendo tres veces a la semana. Su cabello era un gris blanquecino, llevaba puesto su típico traje amarronado y sus zapatos negros. Sus anteojos de formar ovalar se encontraban un poco desacomodados en su nariz respingona. Con un ágil movimiento se los acomodó y, por arriba de estos, me observó con sus brillantes ojos celestes. Pharrell podría parecer un buen doctor, pero todos sabemos que solo busca relaciones con sus pacientes, en especial chicas. He podido lidiar por mí misma el tema de mis padres, aunque haya pasado demasiado tiempo de su muerte. Mi tía Julianne no era como mi madre, era lo contrario: manipuladora, adinerada, egoísta y muchas características más.
—Mire señorita Donell —me advirtió dejando de lado su libreta y lapicera—, si no lo haremos a las buenas, lo haremos a las malas.
Dicho esto, trabó rápidamente la puerta transparente. Para mi mala suerte, esta contenía una pequeña cortina traslúcida. Mi cuerpo estaba temblando, el doctor Pharrell nunca había hecho esto en todas nuestras sesiones; tal vez así es como tenía sus aventuras con las pacientes. Me levanté como luz del pequeño sofá y me coloqué detrás de este. Pharrell me miró detenidamente, su asqueroso rostro ya mostraba rastro de pedofília en sí. ¿Cómo es que nadie nunca se ha dado cuenta de esto?
—He esperado todas nuestras idiotas sesiones por esto —se sacó el saco amarronado, el cual cayó al suelo—. No voy a negarlo, tú eres dura y fría. Pero aquello es lo que me atrae de tí, Helen.
Pasé saliva rápidamente y con cada paso que daba, cada paso que retrocedía como si estuviera rodeando el sofá.
—Usted es un pedófilo —escupí con asco—. No crea que me dejaré llevar, idiota. Gritaré, y lo haré muy fuerte hasta que los federales lleguen y lo metan en prisión. ¿Sabe lo más gracioso? Que allí voy a estar yo para reírmele en su cara.
Al parecer, esto a Pharrell pareció enojarle demasiado porque ya estaba poniéndose como un toro para atacarme. Era una idiota por provocarlo de esta manera, pero si de algo me servía es que podría salir por aquella ventana que se olvidó cerrar. No estaba asustada, en cambio, estaba acostumbrada a los constantes abusos de mi tío Jack. Mi tía no sabía nada sobre el tema, pero sabía a la perfección que no le importaría en lo absoluto, en cambio, si me dejara embarazada ella me echaría a mí para luego darse un gran revolcón con él. Pero pasando los meses, hasta años, he podido lidiar con todo y poder alquilar un lindo departamento y tomar clases de boxeo; me sentía yo desde aquel momento, como si nada hubiese pasado y el asesinato de mis padres haya sido todo irreal.
—Oh, preciosa —al oír aquellas palabras salir de su asquerosa boca, me dieron náuseas—, yo sé que te resistirás. Por eso mismo, hice que te tomaras una pastilla en la bebida que te había traído.
¿Qué? ¿Era en serio? ¡Soy una idiota! ¡Además de ya saber quien podría ser este señor, heme aquí tomando de una bebida de un pedófilo! Todo tenía que ser rápido, tendría que salir lo más rápido que podía de aquí y correr hacia la casa de mi mejor amigo Michael, la cual quedaba a unas cuadras de aquí. Escupí cerca de sus zapatos, él miró aquella saliva y sonrió cínicamente para luego acercarse más, lo cual salí corriendo. Pero unos cuantos disparos se escucharon dentro de la clínica. Ambos habíamos parado de hacer lo que estábamos haciendo; yo tenía media pierna afuera y la otra parte del cuerpo dentro. Pharrell se encontraba mirando a través de la cortina, cuando de repente otro disparo se escuchó, haciéndome chillar al ver el cuerpo de mi no más psicólogo caer por un balazo en el ojo. Ahora sí que estaba temblando y mi cuerpo no cedía a las instrucciones que mi cerebro daba.
La puerta se abrió de un golpe seco -al parecer por una patada- y de allí entró un cuerpo de alguien completamente vestido de negro. Este apuntaba hacia el cuerpo de Pharrell; la estatura de la persona que estaba saqueando el lugar era muy alta, del pasamontañas se podían ver pequeños mechones rubios saliendo de allí. Con una vuelta rápida, su mirada se topó con la mía haciéndome aguantar sostener al aire. Sus ojos eran azules, un azul hermoso a decir verdad.
—No te muevas ni intentes escapar —me amenazó apuntándome—, porque te mataré.
Levanté las manos y metí la pierna nuevamente en la oficina. Tenía miedo, mucho miedo. La voz de aquella persona era ronca pero sexy, parecía ser la de un chico. Este inspeccionaba todo el lugar aún con su arma en alto, de seguro buscaba dinero.
—En el cajón derecho —dije con voz suave y aterrada. ¿Por qué le estaba diciendo esto a un asesino y a un posible violador y secuestrador? Bueno, tal vez sea una pequeña venganza sobre la pastilla de Pharrell.
El chico me miró por unos segundos tratando de descifrar que no estuviera mintiendo hasta que se dignó a buscar donde le dije. Mi vista comenzó a nublarse repentinamente y mi cuerpo perdía su postura. Noté como sacaba todo lo que ahí se encontraba, todo como joyas, dinero, ¿condones? y muchas cosas más. Mi frente estaba sudando, mis manos y piernas temblaban y mi voz ya no era nada audible.
—¡Vámonos! La policía está cerca —otra voz se hizo presente en la escena. Una silueta vestida de la misma forma que el otro se adentró y nos vio a ambos—. ¡Mierda, Luke! ¿Qué haremos con ella?
¿Qué harán conmigo? ¡Dejarme ir! Mi cabeza comenzó a dar punzadas y ya estaba que me caía desmayada. Sentí la alarma sonar, de seguro estaba así desde hace rato, pero no la habré oído gracias a los efectos que estaba dando la pastilla.
—No lo sé —respondió tranquilo el supuesto Luke. Este ya tenía lo que buscaba—. No podemos dejarla ir, vio todo.
Los dos me miraron, no sabían que hacer conmigo cuando lo único que yo quería ahora es estar a salvo en mi casa. El rubio se fue acercando a mí con su pistola en alto, ¿quería matarme?
—¡Vamos, Luke, rápido! —chilló el otro mirando de vez en cuando la puerta, procurando que ningún policía se adentrase.
Miré sus ojos azules, suplicando que lo no lo haga y me deje ir. Justo cuando pensé que estaba por jalar del gatillo mis ojos se fueron cerrando y caí rendida al suelo, a sus pies. Primero se corrió sorprendido y luego me pateó a penas con el pie.
—¡Se ha desmayado! —gritó a su compañero de asalto— ¡Mierda Calum! ¿Qué hacemos?
—¡No hay tiempo! —contestó el otro— ¡Tómala y vámonos!
Lo único que sentí fueron dos largos y fuertes brazos alzándome sobre un hombro y dos personas vestidas de negro escapando de la policía en lenta velocidad. Mi vista se fue haciendo más oscura hasta dejarme en una oscuridad intensa, pero agradable después de todo.
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¡Holaaa! Esta es mi primera novela sobre Luke Hemmings. ¡Espero que les guste! Realmente estoy inspirada en esta novela, tengo algunas ideas de qué hacer pero no creo que sea tan genial. Me gusta escribir FanFics como se habrán dado cuenta y demás, pero creo que nunca escribí una en la cual secuestran a la protagonista. ¡Sí! ¡Cliché! Yo digo: Si no hay cliché, ¿qué será de la novela? Okno, pero tampoco será muy cliché que digamos. Tendrá escenas fuertes y muchas otras cosas más que no diré porque ya estaría haciendo demasiado spoiler.
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Nos veremos en otro capítulo, secuestradoras mías <3
Pd: Por favor, no quiero ningún plagio, adaptación y todo sobre que tenga que ver con mi novela. Es decir, que si van a crear una novela que sea sacada de su mente pero por favor, no se copien de las mías. Me harían sentir fatal que yo dé sangre, sudor y lágrimas por hacer una novela para mí y para ustedes y luego que alguien venga y me la robe así como así. Si notan algunas de las cosas arriba, por favor avisarme en mis mensajes y denunciar la historia.
¡Gracias! ¡Las amo!
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Heroine | l.h ©
Fanfiction"—Después de todo te salvé. ¿No crees?" ________________ PROHIBIDAS COMPLETAMENTE LAS COPIAS, ADAPTACIONES Y DEMÁS SOBRE ESTA HISTORIA SIN MI CONSENTIMIENTO. POR FAVOR, CUALQUIER CONSULTA AVISARME EN LOS MENSAJES. COMPLETAMENTE MÍA.