4 de Julio

3.4K 164 20
                                    

Narra Emily:

Mi libro estaba tan jodidamente bueno, pero mi cabeza estaba en otro lugar. Jade se paseaba por mi habitación, perdida en su propio mundo. Bufé cansada de su extraña actitud, ella lo notó y rodó los ojos. Desvié la mirada de mi libro para observarla, sus ojos color cielo, su cabello negro callendo hasta sus caderas, sus labios color rosa por naturalidad y ese cuerpo de modelo que cualquier mujer envidia, lo mejor de ésto es que ella solo mía. Dejé mi libro a un lado y me senté en mi cama, observándola.

-¿Qué? -dijo ella en un tono frío

-¿Que te sucede osito?

-¿Otra vez con esa mierda? Cielo, estoy bien -su tono pasó a ser uno más dulce y lento, asentí. Le hice señas para que se sentara a mi lado, captó mis señas y se sentó a un lado mio.

-¿Me puedes decir que está pasando? -dije al mismo tiempo que entrelazaba nuestras manos. Su mano y la mía encajan perfectamente, cómo si estuvieran hecha una para la otra. Somos el complemento de la otra. Aún así siendo tan diferentes.

-Nada, cielo -sonrió falsamente, intentando calmarme y callarme de una ves por todas. Pero yo no me callaré hasta saber que vergas está pasando.

-Llevas una semana dándome la misma excusa, Jade -se tensó, soltó mi mano de golpe y se levantó.

-¿Que haces? ¿Estás loca? -dije arrebatado el cigarrillo que estaba en su mano, lo aplasté en mis manos asegurándome de que ya no se pueda fumar. -Estás embarazada -dije en voz bajita, con los ojos cristalizados.

-¿Enserio vas a llorar? que patética. -rió, sus palabras me dañan. Aún así sé que está cegada por su enojo.

-¿Cuánto tiempo más me lo ocultarás? ¡No me quedaré aquí sentada sin hacer nada! -mis lágrimas ya habían salido, empapando mis mejillas.

-¡Lo que sea necesario para que no te enteres!

-¡¿Es que no confías en mí, es eso?! -grité desatando mi rabia, debía saber que estaba pasando, ahora.

-¡No, no es eso! Deja de presionarme y controlarme, estoy bien, punto. -tenía sus puños apretados, sus ojos cristalizados y de sus labios se escapaban pequeños jadeos de enojo.

-No se trata de controlarte, sólo es...Sé que me estás ocultando algo -dije más calmada

-Si te lo digo, te alejarás de mí. ¡Soy un maldito mounstro! -podía ver cómo trataba de no llorar, siempre intentado ser fuerte.

-No importa lo que sea Jade, yo te apoyaré, lo prometo -dije con mi voz quebrada, mejillas empadadas, ojos ardiendo

-No lo prometas, tú eres tan angelical y...yo-nosé por qué estas con alguien como yo, tan sin corazón -su voz se quebró y mi corazón junto a ella

-No me iré a ningún lado -murmuré y un sollozo salió de sus labios

-Que conste que yo te lo advertí -susurró, tomó aire repetidas veces y conectó nuestras miradas, asentí, dándole a entender que siguiera

-Yo, el otro día fui...yo -bufó enojada.

-Jade, tranquila, todo está bien

-Aborté -y sentí como el alma se quebraba y los filos de éstas me cortaban. Miles de cortes. Las palabras no salían de mi boca.

-¿Qu-

-¡Sí maldita sea, aborté! Maté a un bebé, y-yo soy un mounstro

-Tu no pudiste -rompí en llanto ahí mismo.

El diario de una Lesbiana. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora