En una cafetería,
A las dos de la mañana.
Un café no es suficiente para ahogar sus tristezas.
Entonces ella pide dos.
Nunca fue de beber bebidas alcohólicas,
Y no sería un simples rechazo que a haría retroceder con sus valores.
Pero esto no era un simples rechazo.
Y no estaba en una cafetería a las dos de la mañana por mera casualidad.
Quería quitar el dolor que se acumulaba en su corazón.
Pero, al parecer,
Ni dos cafés trataban de un corazón roto con lágrimas mezcladas.
Ni eso ni estar en un establecimiento que se suponía estar cerrado a las dos de la mañana.