Hilda tenía 16 años cuando sus padres la obligaron a casarse, en sus tiempos era normal casarse a temprana edad, de hecho, ella al tener 16 años era demasiado grande, sus padres de alguna u otra forma fueron un poco considerados. Su esposo se llamaba Santiago, él tenía 19 años cuando desposó a Hilda, ambos no se conocían muy bien, pero sus familias estaban de acuerdo con que se casaran, ya que Santiago era muy trabajador, e Hilda sabía hacer muchas labores en casa.
Cuando se casaron decidieron alejarse de sus familias mudándose a un lugar muy lejano, donde allí invirtieron sus papeles, y ambos trabajaban y disfrutaban sus labores y trabajos por igual, Hilda tuvo a su primer hijo a los 21 años, a su segundo hijo a los 25, a su primer hija a los 29, y a su ultima hija a los 36. Los 4 hermanos vivían con sus padres muy felizmente, el primer hijo pronto termino sus estudios y se fue de casa a los 28 años, su segundo hijo consiguió un empleo en un lugar muy lejos y se fue teniendo 24 años, su tercera hija se marchó para estudiar en una universidad pocos años después, y su ultima hija seguía con ella y su padre.
Su ultima hija se fue al cumplir los 18 años, sus padres no pudieron detenerla, y ella se marchó sin decir si iba o no a regresar.
El tiempo pasó y se teñían canas en las cabelleras de Hilda y Santiago, ambos eran felices juntos, envejecían sin quejarse, porque sabían que lo hacían al mismo tiempo, sus hijos jamás volvieron a pisar el suelo de su casa durante 12 años, Hilda lloraba por las noches preguntándose si fue una mala madre, pero Santiago siempre estaba allí para demostrarle todo lo contrario.
Un día después de tanto tiempo Santiago se sentía mal, pero siempre que Hilda lo notaba, él escondía su dolor, no quería preocupar a Hilda. Sus dolores fueron empeorando, Hilda empacó sus cosas y viajaron a la ciudad mas cercana, encontrando así un hospital, Hilda condujo a Santiago a emergencias, le explico la situación a un doctor, y este le respondió: "señora, tenemos a gente mucho mas joven aquí, no podemos perder tiempo rescatando a alguien que de todas formas morirá pronto". La ira de Hilda despegó en esos instantes, salió a buscar otro doctor, y otro doctor hasta que al fin encontró uno al que pudiera atenderle, pero para ese entonces era demasiado tarde, Santiago murió en el asiento delantero del auto, con una sonrisa y una lagrima en la mejilla.
Hilda regresó a casa, donde fue el entierro de Santiago, por tres años seguidos tuvo ataques de depresión, sus hijos no la visitaban, pero ella mantenía un estilo de vida que consistía en visitar a su marido en el cementerio todos los días,y dejarle una rosa, del rosal que ellos mismos habían cosechado.
El tiempo hizo a Hilda mas amargada, los niños que corrían por la calle se le hacían tan ruidosos, ella siempre pedía que se callaran para poder estar en paz, pero a lo que se refería era para estar sola y triste en paz.
El odio fue tanto hacia la pequeña viejita que la llamaban por un estúpido apodo "Viejigona", siempre la molestaban pero ella lo único que quería era que la dejaran morir en paz, pero al día siguiente siempre era un nuevo día
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Mañana será un nuevo día. [Pausada]
Teen FictionHilda, una pobre mujer que solo quiere morir en paz, ¿porqué siempre tiene que ver un día detrás de otro? Esos son los pensamientos de ella, pero no sabe que algo cambiara su vida por completo. ************************************************* Dejen...