Estaba en mi habitación, tranquila escuchando house. Cuando de pronto, mi madre me llama para que baje. Sin embargo, no quise, no le hice caso, seguí con lo mio.
- ¡Shana que bajes ya!- Gritaba ella.
- ¡Ya voy pesada!- Grité.
Bajé las escaleras hasta dar con el salón, me acerqué a ella.
-¿Qué quieres?- Pregunté.
- Tengo buenas noticias.- Me asombré y sonreí.- Nos mudamos de aquí, vamos a ir a Estados unidos. Ya tengo los billetes del avión y la casa ya la hemos comprado.- Me sonrió, yo dejé de sonreír y me puse seria.- ¿Que pasa? ¿No te alegra?
- Por su puesto que no, irme de aquí significa adiós amigos, adiós infancia, adiós recuerdos ¡ADIÓS TODO!-dije frustrada.
- Tranquila que iremos a visitar a tus amigos.- Dijo dándome un abrazo, estaba llorando.
- Venga niña que para 15 años que tienes,¿ponerse a llorar por eso? Que infantil...- Habló mi hermano mayor Erik, es un idiota.
- ¡Cállate! - Mi hermano es un idiota que siempre me molesta con cada cosa que diga.
-Vete a la mierda niñata mal criada...-Me sacó el dedo del medio y se fue.
- No me gusta que siempre discutáis, sois hermanos y os tenéis que llevar bien.
- Es él que es un pesado.
- Ya déjalo. En dos días nos iremos por la noche, a si que empieza a empacar tus cosas.- Ordenó ella. Subí a mi cuarto y tiré pocas cosas al suelo con rabia. No me gusta que para los pocos amigos que tengo, me separe de ellos.
Han pasado dos días y ya terminé de guardar las cosas en cajas, dibujos ropa, posters, muñecos de anime, vídeo juegos y consolas...etc. Bajé las cajas a la puerta de la entrada con dificultad. Al terminar vino el camión de la mudanza y el hombre me ayudó a colocar las cajas en el camión.
Ya me despedí de mis amigos, ahora toca el viaje en avión. Son 9 horas por lo que me aburriré lo suficiente como para dormirme, aunque yo odie dormirme en viajes.
Desperté por un fuerte zumbido, habían turbulencias ¡Oh joder! odio las turbulencias. La azafata informó que ya se habían calmado las cosas y nos podíamos levantar y eso hice. Fui al baño, no aguantaba más las ganas de mear, al salir me choqué con un chico y le tiré su móvil.
-¡Oh perdona! lo siento no miraba por donde iba.-dijo él. Era pálido con el pelo negro y los ojos verdes, bastante atractivo. Sonreí en mis adentros
-No tranquilo ha sido culpa mía.-Sonreí nerviosa.
-¿Como te llamas?-Me preguntó.
-Soy Shana ¿y tú?
-Encantado soy Alan, raro nombre Shana, pero bonito. -Me guiñó un ojo.
-Gracias.
Estuvimos un rato hablando hasta que teníamos que aterrizar. Me senté y me puse el cinturón. Al bajar me despedí de Alan. Mi madre, Erik y yo cogimos un taxi. Al llegar, vi una hermosa urbanización, y mi madre al enseñarme la casa, ¡Casi me desmayo! era preciosa. Mi madre me mostró mi habitación también. Tenía una ventana y estaba en el segundo piso. La ventana daba al jardín trasero, donde hay una enorme piscina. Y por mi suerte con un baño propio para mi sola.
Llevo tres días seguidos ordenando mi habitación y colocando mis cosas. De vez en cuando, dejaba un objeto en un lado, aparecía en otro. Pregunté a mi hermano, mi madre, e incluso mi padre y dicen que no han hecho nada. No le daba mucha importancia.
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Pixels ©|Ben drowned| ||Book#3||
ParanormalTodo empezó cuando la familia de Shana se muda a un país lejos de donde vivían. Compraron una casa a las afueras de la cuidad. De lo que no se dieron cuenta es que la casa era demasiado barata, siendo una casa grande y bonita, tenía precio tan bajo...