Querido diario... No puedo callarme las cosas, soy de esas personas que si no lo sientan todo, se estresan y se ponen nerviosas. ¿Que porqué te digo esto? Porque todo va mal y no me lo puedo callar más, porque sólo digo las cosas a medias por miedo de hacer daño a los demás y al final sólo sufro yo. Y si los demás sufren no lo demuestran. ¿Tan jodidamente complicado es decir como sientes, si tienes algún problema, si algo va mal...? Todos mis problemas vienen a raíz de eso. Todos se callan y yo soy la única que de verdad se expresa. No puedo más. Necesito saber que sienten; que me digan algo, si lo estoy haciendo bien o la estoy cagando; saber si están así de mal por mí o no... Quiero ayudarles si están mal, alegrarme si están bien, pero no quiero seguir calentándose la cabeza. Quiero que me devuelvan el cariño que les doy, no quiero que me digan que me quieren, quiero que me lo demuestren... Pero no. No lo hacen. Sólo me hacen sufrir. Y yo como una tonta sigo perdonadoles con la esperanza de que cambien. Lo peor es que lo volveré a perdonar. A todos y cada uno de ellos, sin excepción... En momentos como este lo mejor es encerrarme en el baño, llenar la bañera y meterme dentro a llorar y pensar. También esta la opción de golpear la pared pero mi mano hinchada opina que no es una buena idea, aunque te ayude a desahogarte más. En fin. Hasta la próxima.
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Querido diario...
Non-FictionDiario donde me desahogo y cuento mi vida sin llegar a decir nada, intentando narrar todo como una pequeña novela. Capítulo nuevo cada 2/3 días o una vez por semana.
