.Que te cueste.

5 0 0
                                        

1 Semana después...

He estado pensado en que, si mi madre no me ayuda, y tan sólo me perjudica, hablaré con ella, no he hablado con ella desde hace 6 años, es algo malo porque es mi madre pero, no se puede hablar con una persona así, enferma, pero esta vez lo haré, lo tengo que hacer, ya no puedo ni conmigo, ¿cómo voy a poder con ella también?, le diré que necesito ayuda sobre la casa, pues tengo que hacer mi preparatoria, para no estar como mi madre, ella se dejó llevar por la familia "real" y miren en que terminó, siendo una depresiva enferma.

-*Toc Toc* (Eva toca la puerta de la habitación de su madre)-¿Madre?-.
-¿Eva? ¿Qué haces aquí? Ya sabes que no quiero verte ni a ti ni a nadie (Con desagrado)-.
-Madre, tenemos, que hablar, yo no puedo con todo, cada vez puedo menos, necesito que ayudes, necesito que trabajes-.
-Si vienes a molestar ¡larga-te! (Enojada)-.
-¡Pero, madre! En serio tenemos que hab -¡Lárgate dije! (Gritando)-.

-¡No! Yo ya no puedo, ¡cada vez estoy más quebrada! Tengo que pensar en algo... (Se queda tomando un té).
...Si mi madre no va a ayudar entonces tendré que hacer algo, y no me importa lo que pase, si ella no me escuchó, pues yo tampoco...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 21, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Querido diario...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora