Prólogo

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Distancia, maldita distancia.

Siempre comienza igual, sin esperarlo llega alguien, alguien que no imaginas en lo que se convertirá, ni en lo mucho que le querrás y te importará. Pero esa persona especial, esa con la que hablas y ves a través de un simple ordenador, acaba siendo tu mayor deseo.

Sabes que está ahí, que no le vas a perder, que te ayuda en todo, que habláis todos los días, que tú le cuentas tus problemas, él los suyos y hay consejos. Hay te quieros, hay quiero estar contigo, hay te echo de menos y hay ojalá pudiera verte pero desgraciadamente, también hay distancia.

Entonces todo empieza a complicarse, te acabas dando por vencido, los kilómetros te pueden, porque sabes que esa persona, no llegará o que simplemente se rendirá ante otros que son de su propio barrio y que no están tan lejos.

Y te jode, te jode mucho, pero por una parte lo aceptas y lo entiendes, porque a ti, también te acabará ocurriendo, te rendirás también ante otra persona que tengas cerca, sabes que no será tan especial como aquella con la que pasabas horas y horas hablando por ordenador pero no queda opción, ya te habrá olvidado.

Malditos kilómetros.

Malditos kilómetros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora