Mi nombre es Emma Rodríguez, aunque mi mejor amiga me suele llamar Em, si me dice Emma, algo va mal.
Soy una chica rara, por ser adoptada, pero no sólo por eso, también por ser el bicho raro de la clase, debido a mi vergüenza, a la mala suerte que tenía siempre y a la típica tonta de clase que se reía de los demás y el resto le hacían caso.
Actualmente, tengo 23 años, he terminado mi carrera de Periodismo y ahora sí puedo gritar a los cuatro vientos que soy otra Emma y no el bicho raro que andaba por los pasillos del instituto siempre triste, mientras los demás cuchicheaban viéndola pasar.
¿Novio? Ajá, los hombres son demasiado cabrones como para concederles el lujo de conquistarme en una noche, si de verdad quieren conquistarme hay que pasar varias "pruebas".
Mi último novio se llamaba Javier, tenía dos años más que yo y me puso los cuernos, sí, otro más a la lista de personas non gratas.
Mi vida como como habréis observado, no ha sido nada fácil y tampoco nada feliz, soy una persona que se conforma con poco. Pero desde que me fuí a la universidad, he observado que ese bicho raro que poseía en mí, ha desaparecido. Desde el primer día de universidad me dí cuenta de que no podía ser así, sí, quizás me dí cuenta un poco tarde, pero ahora o nunca.
Dejando un poco atrás mi pasado, ahora quiero ser realmente feliz, que por supuesto es uno de mis objetivos, en esta vida y el resto de cosas que aparezcan por sorpresa pero siempre vivirlas con una sonrisa, que es lo que más me ha enseñado la vida durante estos 4 años fuera de casa.