Hoy, es un mal día, me voy de casa. Toca despedirme de toda mi familia y es por eso por lo que estos días siempre han sido malos para mí, odio las despedidas y más cuando son con mi familia. Vale, sé que esta vez no me voy a Madrid y no estoy tan lejos, pero aún así no importan los kilómetros lo que duele es tenerlos lejos. También dejo aquí a mis amigas, que al igual que yo, ya han terminado su carrera, pero han tenido mas suerte y han encontrado trabajo aquí. Sé que en Córdoba es difícil encontrar algún trabajo relacionado con Periodismo, y es por eso por lo que me propuse irme a Málaga, quizás allí tendría más probabilidades o quizás no, pero si no volvería a estudiar, no soy capaz de tirarme un año sin hacer nada.
Después de la despedida, me aseguro de que no me he dejado nada y he metido todas mis cosas en el maletero, mi coche va a reventar con tantas cosas, menos mal que viajo sola.
Me monto en el coche, lanzo besos a toda mi familia y lo arranco.
Comienza una nueva etapa de mi vida.
Pongo un disco de el famoso grupo 'El canto de el loco' y empiezo a cantar como si no hubiera un mañana, mientras conduzco.
Dos horas más tarde
Al fin he llegado a Málaga, se me ha hecho eterno el viaje.
Bajo del coche y me estiro, saco todas las cosas del maletero y voy directa a la puerta de mi nuevo piso. Joder, como pesa, digo entre dientes. Dejo todo en la puerta y busco las llaves en mi bolso marrón, lo llevo repleto de cosas y así es imposible encontrar las malditas llaves.
Después de cinco minutos, recuerdo que las dejé en mi escritorio y no las cogí, pienso miles de soluciones pero la única más realista, es llamar a la casera. Después de hablar con ella, me toca esperarla alrededor de una hora porque está haciendo la compra.
+ ¡Hola, soy Raúl! ¿a quién esperas?
Levanto la mirada y me encuentro a un chico moreno con ojos verdes y una gran sonrisa que era capaz de contagiar.
- Eh, perdona, perdona.- digo mientras me levanto de un salto.
Mientras quito todas las cosas para dejar entrar a aquel chico, le cuento lo que me ha pasado, pero él mientras me mira y sigue sonriente. Finalmente me ofrece subir a su piso, mientras espero a la casera, según él, allí la espera será más amena.
Llegamos a la puerta de su piso, yo cargada con todas las cosas y en ese instante, me doy cuenta que es mi vecino, mi piso es el 1ºA y el suyo el 1ºB. Entramos, y.., me parece un sitio realmente acogedor, amplio, limpio y luminoso, dejo las cosas al lado de la puerta y me dirijo al sofá, en la mesa Raúl coloca tres latas de refresco y en el centro, un plato con patatas fritas, eso me hace pensar que alguien más vive con él, ¿pero quién?
- ¿Vives con alguien más?.- no podía seguir con la duda, soy muy chismosa para que ocultarlo.
+ No, vivo sólo
Me encojo de hombros y pongo cara de confundida.
+ Ah, perdona, lo dices por la lata de más
- Eh, si era por eso
+ Sí perdona, es que viene un amigo a casa, es cantante y quiere enseñarme algunas canciones de su nuevo disco
*Suena el timbre*
Raúl se dirige a la puerta.
Umm, tiene buen culo, pienso.
Raúl abre la puerta y tras ella se encuentra un chico, se le ve bastante guapo. Se acerca y Raúl nos presenta, el chico me da dos besos, huele realmente bien, es una colonia tan hipnotizante y aquel chico llamado Pablo es tan guapo.
- Entonces ¿eres cantante?
+ Sí,- dice con una sonrisa
Su sonirsa me hipnotiza, se le ve un chico tímido, porque le cuesta mirarme directamente a los ojos.
En este momento es inevitable no pensar en mis amigas porque si las delante ya me estarían diciendo que no me quedara de brazos cruzados y le empezara a poner sonrisas picaronas a Pablo, pero claramente, no voy a hacer nada, estoy en casa de un desconocido y con el amigo del desconocido que también es desconocido aunque sea famoso.
Emma, para ya de liar cosas en tu cabeza. Me dice mi subsconsciente.
Escucho a Pablo decirle a Raúl que tiene muchas ganas de sacar este nuevo disco, también dice algo de la palabra Tanto, aunque más tarde me entero de que ese será el nombre de el disco y también le habla de la gira, que al parecer no estará mucho por Málaga.
En ese momento me deprimo, no puede ser que no esté apenas por Málaga.
+ Emma
- Dime.- contesto rapidamente
+ ¿Quieres escuchar algo de mi nuevo disco?
- ¡Claro! Me encantaría
Pablo coge la guitarra y empieza a tocar los primeros acordes de aquella canción
*Suena mi teléfono*
Pablo automáticamente se ríe, la verdad que tiene todo el derecho del mundo porque mi tono de llamada es un tanto gracioso.
- Perdonad
Al colgar el teléfono, me dirijo lamentada hacia la mesa, la casera ya estaba ahí y debía marcharme, al final había tardado menos en hacer la compra, me disculpo al no poder escuchar la canción y Pablo muy comprensible lo entiende. Cojo mis cosas y Raúl me acompaña a la puerta pero justo cuando me despido de él, Pablo aparece y pide que nos veamos pronto, porque le encantaría escuchar mi crítica sobre la canción.
Bajo al portal y la casera, muy amable me da las llaves.
Meto la llave y al abrir la puerta, está todo oscuro, el piso huele a cerrado.
Meto todas las cosas dentro del piso y seguidamente echo ambientador, odio los pisos con ese olor.
El piso es bastante grande para ser sólo para mí, tiene dos habitaciones, dos cuartos de baño, una cocina, un salón bastante amplio y un patio.
Subo todas las persianas, sí, no puedo vivir sin luminosidad en un piso pero mi sorpresa es al subir la de la cocina, en frente tengo la ventana del piso de Raúl, la tienen abierta de par en par y Pablo está tocando la guitarra, me sonrojo y me pregunto por qué será tan guapo, parezco una boba pegada a la ventana, pero es que realmente, me encanta ese chico, ahora entiendo a sus fans.
Sigo embobada, Pablo deja de tocar, mira al frente y me ve, rápidamente intento disimular haciendo que cierro la ventana pero en ese instante quiero que la tierra me trague.