Es un día de Junio como otro cualquiera en la ciudad de Manchester, mi ciudad natal.
Estamos en la mesa esperando a que mi madre, Alice, termine de hacer la cena. Mientras tanto, mi hermano Jake, mi hermana Sara y yo nos contamos cómo nos ha ido el día y cómo están a punto de acabar las clases . Mi relación con ellos es bastante buena, imagino que la que tenemos casi todos, con nuestros momentos de peleas y nuestros momentos de risa.
Son las diez de la noche y mi padre , Anthony, está a nada de llegar a casa y poder cenar; era una tradición nuestra la de comer todos juntos.
Tengo mucha hambre la verdad, he estado toda la tarde en el comité de árbitros y no he podido merendar como me gusta hacer todas las tardes.
De pronto hay un silencio y se escucha el tintineo de unas llaves; es papá.Familia Myers: Buenas noches !
Anthony: Buenas noches familia ! - Dijo un poco serio.
Entonces nos sentamos a comer y me dí cuenta de que mi padre no estaba comiendo mucho, y dudo que fuese por falta de hambre. Entonces soltó los cubiertos, se limpió la boca con la servilleta y alzó la mirada:
Anthony: Familia, lo siento mucho pero me han despedido. Han hecho recorte de personal y me ha tocado a mi, entre otros.
A cambio, me han recomendado a una empresa norte-americana y bueno, tenemos que mudarnos allí si no queremos quedarnos en la calle, lo siento mucho de verdad.Alice: No te preocupes cariño, tú no tienes la culpa, ellos pierden a un gran trabajador. Nos mudaremos y empezaremos de 0.
Sara, Jake y Brian: Claro, para vosotros es muy fácil decirlo pero a nosotros nos va a costar muchísimo
Nos levantamos los 3 de la mesa sin haber terminado de cenar bastante cabreados y nos fuimos a nuestras habitaciones. Cuando pasó un rato, fue papá habitación por habitación a pedirnos perdón y hablar con nosotros para que nos calmásemos. Una vez que acabó con los tres, nos dio dos días para despedirnos de nuestros amigos.
Amanece un nuevo día, el penúltimo en Manchester al menos para nosotros. Los rayos del sol entran por la ventana con fuerza, llegando a ser tan molesta que termino por despertarme. Me levanto de la cama y camino hacia la ventana para cerrarla. Llaman a la puerta.
Alice: Buenos días, tienes que ir a mirar las notas, ¿no?
Brian: Sí, luego me acercaré a mirarlas y a despedirme; voy a vestirme y bajo a desayunar.
Soy de ese tipo de personas que una vez que se despiertan ya no pueden volverse a dormir. Me puse un pantalón corto azul marino, camiseta blanca y zapatos de deporte; me gusta ir cómodo. Después de pasar por mi habitación, mi madre fue a despertar a Sara y Jake.
Bajamos los 3 a la cocina para desayunar casi a la par. Alice nos ha preparado unas tostadas y un zumo de naranja. Con la tostada lo que más me gusta es la mantequilla; está buenísima.
Terminamos de desayunar y nos montamos lo 3 en mi coche, un Seat Leon de color azul marino, con destino a la universidad. La verdad que no estaba muy lejos de casa, la universidad digo. Apenas a unos 10 minutos en coche y unos 20 minutos andando sin atajar, pero ir en coche es más cómodo.
Llegamos nuestro destino y me encontré con Marc, uno de mis mejores amigos aquí; es árbitro también. Me da muchísima pena tener que despedirme de personas como él , que conozco desde hace tanto tiempo, 10 años creo. Para las fechas soy muy malo.
Aparte de él, también tengo buena relación con sus hermanos y sus padres, son personas estupendas; son como mi "segunda familia". Me pasaba tardes y noches enteras en su casa, jugando a la play, estudiando, en su piscina etc...
Terminamos de mirar las notas y nos volvimos a casa para comer y descansar un poco.
Son las cinco y media, tengo apenas media hora para llegar a la heladería donde he quedado con Marc.
La heladería de los Thompson era donde me reunía con él antes de cada partido, además de servir helados también servían café y pastas para desayunar.
Esos eran de los pocos ratos de relax que tenia con él en todo el fin de semana.
Llegué al fin a la heladería y allí estaba él, tan puntual como siempre.
- Hola Brian
-¿Qué tal estás? - Dije mientras le abrazaba-
-De lujo la verdad, ¿y tú?
- Pues liado con la mudanza y cansado.
- ¿Cuándo te vas?
-Mañana por la mañana temprano.
-Así que ya no te veo más, ¿no?
-Sí, vendré en verano una vez hayan acabado las clases y la temporada.
-Ah pues perfecto, ya sabes que te puedes quedar en mi casa si te apetece.
-Muchas gracias, ya lo iremos hablando.
Me levanto a la par de Marc y nos despedimos con un abrazo. Por desgracia, no podía quedarme más tiempo con él, aun me quedaba mucho por hacer y el tiempo estaba en mi contra. Esto no es como preparar un viaje, es una mudanza y necesito llevarme todas mis cosas.
Tras una caminata de veinte minutos, por fin estoy en casa; estoy agotado.
No me apetece otra cosa que una ducha de agua caliente y echarme a dormir después de cenar. Mañana va a ser un día duro.
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Lo increíble del destino
Teen FictionBrian Myers es un chico al que le apasiona el deporte. Entre la amplia variedad de deportes que practica podemos destacar el Fútbol, pero su forma de disfrutar el deporte rey es completamente distinta a la de casi cualquier persona; es árbitro de fú...