-¡Esperen! ¡Que nadie se mueva! El señor Mack gritó tratando de tapar el ruido de patas de sillas que se arrastraban y niños alborotados.
-¡No irán a ningún lado hasta que suene la campana!
Todos refunfuñaron y volvieron a tomar asiento en sus sillas.
Isabelle echó una vistazo al reloj que se encontraba encima de la pizarra.Faltaban cuatro minutos.
"No quiero estar aquí", pensó impaciente. "Tengo cosas que hacer".
-¿Sí, Oscar?-dijo el señor Mack.
Isabelle se dio vuelta y vio que Oscar tenía la mano levanyada.
-Señor Mack,un grupo de nosotros vamos a encontrarnos con el señor Campell en el salón de la señorita Price después de clase. ¿Podemos ir ahora directamente?
Isabelle asintió con la cabeza. Ella era una del grupo. "¡Diga que sí,señor Mack!" .
-Buen intento, Ocar- dijo el señor Mack, sonriendo, pero diciendo que no con la cabeza.
- Pero no vamos a salir de la escuela màs temprano- se quejó Oscar-. Ni siquiera saldremos del edificio.
-Dije que no.
Oscar puso mala cara.
-Sólo faltan tres minutos para terminar-dijo el señor Mack-. Estoy seguro de que no es tan urgente.
Vencido, Oscar se desplomó nuevamente en la silla. Isabelle se dio vuelta para buscar su mirada. Cuando él la miró, ella se encogió de hombros y le dedicó una sonrisa para decirle: " gracias por intentarlo". Pero Oscar simplemente hizo un gesto de fastidio con los ojos y se dio vuelta para susurrarle algo a Dylan, que estaba sentado a su lado.
"Qué grosero", pensó Isabelle. "¿Quién puede comprender a los varones? Apenas ayer Oscar le había regalado su barra de cereales en el recreo y ahora no se dignaba a sonreírle. Se encogió de hombros y volvió a fijarse en el reloj con atención.
"Faltan dos minutos...".
Después de la enloquecedora aglomeracion habitual en los lockers, con todo el mismo tiempo, Isabelle se encontró por fin donde quería estar: sentada tranquilamente frente a una computadora en el salón de sexto año.
-¿Todo bien, chicos?- preguntó el señor Campbell, mientras hacía crujir sus nudillos-. Todos tienen proyectos para trabajar, ¿no es cierto?
Isabeelle asintió con la cabeza y miró a los otros chicos. Estaban Oscar, por supuesto Dylan junto a èl y Joe al final. Isabelle estaba sentada al lado de Holly y Aixa. Todos ellos tenían permiso para usar las computadoras después del horario de clase para trabajar en sus proyectos de fin de año.
-Muy bien, entonces, ¿alguien necesita ayuda para comenzar?
Los seis negaron con la cabeza.
- Bien -dijo el señor Campbell-, por que tengo que ir unos minutos a la sala de profesores. Se las arreglarán bien hasta que regrese, ¿verdad?
Todos asintieron con la cabeza.
"¿ Por qué todos los maestros se preocupan porque suceda algo tremendo en el minuto en que se dan vuelta? - Isabelle sonrió-. ¿Acaso qué podría suceder?"
