Te gané ||Madara x Lectora||❤ |Reescribiendo|❌

Prefacio

Prefacio

Riley Nagano

Crecer rodeada de apostadores era algo enfermizo, vivir cambiando de casa en casa, padres preocupados porque no tenían idea de que harían para recuperar el dinero y no tener algo en el refrigerador para comer, ver cómo perdían la poca dignidad que poseían, arrastrarse por un infierno interminable de préstamos y más préstamos, perdidas incontables de dinero que no tenías idea de dónde mierda salían, al menos mi madre había escapado de dicho infierno pero yo debía de pasar ciertos días con mi padre o algunas semanas como se había acordado con el juez y quién diría que los días que me quedé con mi padre ocurriera tal tontería impensable e imperdonable, mi padre había decidido apostarme, creyendo que ganaría y que nada saldría mal, estaba demasiado equivocado al parecer, su perdida desataría un giro totalmente inesperado en mi vida.

En alguna otra parte de la ciudad.

Michael Nagano

-Mi mejor mano.- tiré mis cartas mientras todos los presentes en la mesa mantenían su mirada en la jugada, había apostado mis últimos mil dólares, era vida o muerte, me encontraba delante de un azabache alto, su mirada se mantenía fija en mi, me sentí algo asustado al respecto, pues sabía perfectamente quién era él, Madara Uchiha, dueño de este casino, su patrimonio había sido una maravillosa herencia que su familia le había dejado, un golpe de suerte que solamente a unas pocas personas les ocurria, debía de admitirlo, había perdido demasiado dinero y no me quedaba nada más para apostar.

-Lo lamento Mike. - apreté mis puños al observar su mirada llena de arrogancia, observé aquél póker, apreté los puños, mis pares eran sinónimo de mierda en ese momento, las palabras se atragantaron en mi pecho, no me quedaba más dinero, regresaría a casa simplemente sin nada en los bolsillos. - Aunque debo de admitir que tienes algo que me interesa. - senti curiosidad por saber que diria, ¿que podria querer de mi?, me quede quieto, quizas querria mi viejo mustang un obsequio que su padre habia decidido darme hace demasiado tiempo, antes de que me divorciara de Rosalie, hacia tantos años de ese suceso, senti cierta tristeza ¿que tenia yo para ofrecerle? NADA, ni siquiera me quedaba un centavo para continuar la apuesta, ni tampoco para llevarme a Riley a comer pizza como le habia prometido... Riley, joder estaria demasiado molesta para cuando regresara a casa. Divague en mis pensamientos, pero escuche como Madara tosia y jugaba con las cartas para llamar mi atencion trague saliva.

- ¿Que podra tener yo que te interesara, Madara? -el azabache solamente me lanzo una sonrisa, era como ver al gato sonriente de "Alicia en el pais de las maravillas", un escalofrio me recorrio el cuerpo, y por primera vez senti miedo y terror de mi adiccion a las apuestas, porque en lugar de retirarme queria saber que mas podia ofrecerle para continuar jugando.

-Piensa Mike, ¿Que mas tendria un pobre diablo como tu para darme? -mis pensamientos vagaron hasta encontrarme con esos ojos color miel y esa piel morena, mi hija, mi pequeña Riley. -Creo que ya sabes perfectamente que quiero Mike, y a cambio, te perdonare tus deudas y te iras con una enorme suma de dinero. Tienes mi palabra. - me quede frio, no era una promesa al aire, necesitaba ese dinero y necesitaba dejar de deber dinero, tal vez al fin podriav recuperar a Rosalie y al fin podria volver a mantener unida a mi familia, salir de esto. Asenti, no podia desperdiciar esa oportunidad, las cartas comenzaron a repartirse, estaba atento con cada carta que veia pasar, quizas un full o un poker, no podia rendirme y no podia dar un paso atras.

Senti el sudor en mi frente, hacia demasiado calor o quizas solo eran mis nervios hablando.

-Sus cartas jugadores. -el anfitrion señalo mis cartas primero y las baje, era una buena mano, al menos eso pensaba para mi mismo, un full, quizas Madara tendria un simple par. -Full, ¿Señor Uchiha? -el azabache bajo sus cartas para mostrar una Flor imperial, todo a mi alrededor se desvanecio, solamente podia observar esa increible mano, yo un imbecil confiado que habia perdido a su hija... perdido a su hija... Riley... me puse de pie corriendo para ir al bote de basura mas cercano y sacar toda la bilis, mis gritos internos no cesaban, el zumbido de mis oidos tampoco se callaba.

-Gane. -esa sonrisa de nuevo, llena de arrogancia, de poder y superioridad, los guardias me habian tomado de los brazos, las emociones de nuevo habian subido por mi garganta, vomitaria de nuevo eso era evidente, Madara se puso de pie mientras se arreglaba su traje su risa burlona fue lo unico que puede escuchar antes de verlo irse por la puerta.