(Cap 4) JYP???

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Amaneció y ni siquiera recuerdo el haberme quedado dormida debido a ese acosador. Me preparo para salir a buscar un cuarto en el que pueda vivir, espero no perderme con este mapa que me encontré en mi bolso de mano, con tanto ajetreo y cansancio ni siquiera he abierto las enormes maletas que traje desde mi país natal. Todo fuese más fácil sin este país se hablara español o al menos inglés, pero no! todo es diferente, hasta las letras, como pude escoger un país así para estudiar??? estoy loca o qué?. Abro el mapa para poder ubicarme y de éste cae un pequeño papel que dice JYP y corazoncitos alrededor, tal vez sean las iniciales de algún ex mío pero bueno, ahora esto es Seúl y si se me aparece un coreanito por ahí me lo aprovecho. Mientras pienso tonterías me doy cuenta de que camino sin rumbo pero me dispongo a abrir bien mis ojotes para encontrar algo en algún lado, solo estoy interesada en algo para dormir.

Llevo caminando 2 horas aproximadamente pero no encuentro nada debido al idioma, esto va a resultar un poco más difícil de lo que pensé. Cuando estoy dispuesta a regresar al hotel escucho:

-scht....scht....

Vaya!, no sabía que en Corea del Sur también existía el morbo, sigo caminando sin voltear pero ahí esta de nuevo, un coreanito morboso. Volteo y me encuentro con un señor latino, lo sé obviamente por sus rasgos.

-Señorita, se encuentra perdida? le puedo ayudar en algo?

-Busco un lugar para poder vivir, algo pequeño pero cómodo.

-Mi esposa es coreana- me dice- ella podría ayudarte por el idioma ya que yo aún no lo perfecciono.

-En verdad? Mil gracias señor, puedo hablar con ella?

-Ella no está, pero no tarda en regresar, espérela que no tarda.

Este señor me invita a pasar y hablamos de todo, su nombre es José y tiene 40 años, es mexicano y es muy gentil, hasta el momento. Su esposa Nana llega y nos prepara un delicioso ramen acompañado de pollo picante. José me dijo que no tienen hijos porque Nana no puede y debe ser por esa razón que en ese momento me trataron como si fuese su hija. Miro la hora en mi móvil y veo que son como las 2pm y no sentí transcurrir el tiempo, han pasado 5 horas desde que llegué a ese lugar. Agradezco por la comida y después de que Nana se ofrece a ayudarme a buscar un lugar para mí, José me pide un momento a solas con su esposa y me retiro a esperar en la puerta, tengo tantas ganas de escuchar su conversación pero es difícil ya que hablan algunas partes en coreano o lo que sea. No tardaron ni cinco minutos y José se dirige hacia mí y dice:

-Elizabeth, a mi esposa y a mí nos pareces una señorita encantadora y con muchas virtudes y no podríamos dejar que una señorita como tú quede sin respaldo alguno en las calles de Seúl y siendo sinceros esta casa es muy grande solo para dos personas y es por eso que te ofrecemos nuestra casa para que te acoples de mejor manera a este país.

Sin dudarlo, acepto, pues estos dos señores se ven tan amables y creo que recibiré más protección por parte de ellos, además el arriendo lo quieren a muy bajo precio.

Para las 8pm con la ayuda de José y Nana ya tengo instalada mi habitación en su casa y además me enseñan costumbres coreanas y Nana quiere enseñarme el idioma coreano, Dios me está haciendo las cosas muy fáciles hasta ahora.

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Ya llevo casi tres semanas en Seúl y al menos ya conozco una décima parte de esta ciudad gracias a José y también voy aprendiendo rápido el coreano, podría decir que hasta me sé lo básico, Nana dice que no pensó que podría aprender tan rápido el idioma pero es extraño que sienta todo como si ya lo hubiese conocido alguna vez.

Corea del Sur? 2pm?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora