Una Vida Junto a Ti ~ UAPR II

~ Capitulo 22 ~

POV ZURIEL:

Los peores días de mi vida han pasado durante la semana, desde la noticia del embarazo del Barbara todo nuestro mundo ah dado vueltas, mi mundo ah dado vueltas, las cosas con Felix han ido en descenso, cada día me volvía más frío con el, lo hago involuntariamente, por mas que quisiera seguir actuando como antes no puedo, simplemente no puedo, y se de sobra que lo estoy perdiendo y eso me duele aun mas,  hacia horas que Felix había salido de casa y no tenia ni rastro de el, me sentía demasiado preocupado, me encontraba sentado en el sillón de nuestra sala, mordiéndome las uñas de la desesperación y la angustia, había marcado a su celular varias veces para que todas fueran rechazadas, me levante del sillón y camine a la cocina por un poco de agua, del mueble cercano tome un vaso de vidrio y vertí agua dentro de el hasta llenar la mitad de este, de pronto sentí una gran punzada en mi cabeza que me hizo dar un pequeño grito, puse una mano sobre esta, otra punzada se hizo notar, quise tomar un trago de agua pero otra punzada me lo impidió y el vaso se deslizo de mi mano cayendo al suelo con un gran estruendo, el dolor en mi cabeza persistía, no era un dolor normal de cabeza este dolía 1000 veces mas, con gran dificultad camine hacia el sillón y me senté recargando mi cabeza hacia atrás y deje descansar mi cuerpo, quería levantarme  por una pastilla pero el dolor me lo impedía, solo deje descansar totalmente mi cuerpo y deje que el dolor se fuera por si solo, escuche el sonido de la puerta abrirse y alguien entrar a la casa justo después el sonido de la puerta cerrarse, iba a preguntarle donde se había metido pero preferí callarme y esperar a que el hablara, sentí un peso a lado mio.

- Hola- saludo Felix con una voz ronca, no pude contestar otra punzada me hizo callar- ¿Estas enfadado?- pregunto con una voz que me encogió el corazón.

-No, ¿Podrías pasarme una pastilla para el dolor de cabeza por favor? - hable con todas las fuerzas que pude, escuche como se levanto y fue por dicha pastilla, espere por un momento antes que escuchara un grito de Felix desde la cocina ¿!QUE DEMONIOS PASO AQUÍ!?  supongo que había visto el vaso quebrado en el suelo, escuche sus pasos apresurados hacia el sillón.

- ¡Joder! Zuriel ¿ Estas bien?- pregunto con preocupación en su voz que me hizo recordar todo el amor que me tenia.

- Si solo se me cayo el vaso, ¿Podrías darme la pastilla por favor?- extendí mi mano y sentí como colocaba la pastilla sobre esta, rápidamente la introduje en mi boca y después Felix que entrego un vaso con agua, tome un sorbo para tragar la pastilla, sentí como se deslizaba por mi garganta, una sensación que odiaba por completo, espere a que el dolor disminuyera, la espera fue silenciosa hasta que el dolor ceso, poco a poco fui levantándome hasta que pude ver a Felix con claridad, tenia unas grandes orejera que se habían formado en el transcurso de la semana, su cabello despeinado y tenia una barba de apenas unos días, su mirada se fijaba en mi, buscando algún rastro de dolor o algo parecido, a pesar de todo el sigue aquí, a mi lado, buscando desesperadamente una solución en la cual no tenga que dejarme, por que el amor sigue presente entre los dos, tal vez oculto, tal vez dañado, pero esta ahí, con una mano le di una suave caricia en su mejilla, el tacto fue rasposo gracias a su barba, tomo mi mano junto con la suya y la beso suavemente, no pude resistir mas y me acerque lentamente a el con su mirada fija en mi y después de unos segundos lo bese, pude detectar el sabor a tabaco y alcohol, pero no me importo en lo absoluto, el siguió el beso en seguida colocando su mano sobre mi mejilla con una suave caricia, sus labios se volvieron cálidos a los segundos, su lengua en mi boca y con gusto la acepte, era un beso como ninguno antes, desde lo sucedido los besos eran fríos, pero este lo compensa todo,  todo el alejamiento que hemos tenido, después de haber disfrutado de los labios del otro nos separamos un poco.

-Perdóname, te juro que arreglare esto, todo saldrá bien...- dejo de hablar por un momento, acaricio suavemente mi mejilla-....solo no me dejes por favor- pude notar una lagrima deslizarse por su mejilla y perderse entre su barba, suspire.

-Confió ciegamente en ti...- guarde silencio un momento- pero todo esto cayo como un balde de agua fría, estoy tan asustado- ahora fui yo al que se le escapo una lagrima- tengo tanto miedo de perderte, a perder todo lo que hemos tenido, ese bebe que viene no puede estar sin un padre Felix, el te necesitara tanto como yo lo haré, no puedo hacerte eligir entre el y yo, no puedo presionarte a nada, pero...- un nudo se formo en mi garganta, sus ojos estaban cerrados y pequeñas lagrimas se deslizaban por sus mejillas-... seamos honestos, nada de esto hubiera pasado sin nunca me hubieras engañado- guarde silencio tragándome el dolor una vez mas, la expresión de Felix cambio de un segundo a otro, ahora se mostraba frustrado.

-Zuriel no es el momento para reclamos- su voz ahora era dura, negué con la cabeza.

- Sabes que tengo razón- suspire limpiándome las lagrimas- Me iré a recostar estoy cansado- sin dejarlo contestar me levante del sillón y subí a la habitación, me recosté en la cama y suspire, tantas emociones cruzaban por mi mente mas es el estrés suponía que provoco el dolor de cabeza, trate de relajarme cerrando los ojos y dejándome llevar por mi mente, a los pocos segundos escuche la puerta abrirse de nuevo y cerrarse, me gire hacia la derecha recostándome de lado, hubo un peso extra en la cama del otro lado, un brazo se envolvió en mi cintura atrayéndome a su cuerpo, no me negué al contrario me refugie en su pecho mientras que envolvía mas su brazo en mi cintura, me sentía protegido con el, como hacia tiempo atrás, solo que ahora demasiadas cosas habían cambiado y demasiadas cosas iban a cambiar.