Sentimientos Encontrados.

Capítulo, 1: Un mensaje.

Mucho gusto, primeramente presentarse a un extraño que te lee es muy insólito. Me llamo Ciel, soy gay, tengo 20 años y hoy recibí un mensaje en la red social de Facebook que cambio mi vida radicalmente cabe destacar que este mensaje desde un principio me dió a entender que el era diferente a los demás.
Un día caluroso como cualquier otro navegando por las redes note una notificación, y si...era un mensaje lo primero que hice fue revisar su perfil y vaya que quede maravillado; un jovén apuesto llamado Abel. No dude en stalkearlo como un espía en una misión y note al instante que era el chico que necesita hallar con esa piel tan blanca, ojos llenos de misterios, labios carnosos, ojos café con un cabello rubio y destacar que era militar que ocasionabá un morbo en mi ser.
Tuvimos una conversación que no podía terminarse, ese Hola no tuvo final y fue lo mejor que me paso en el día. Dije que es temprano para dejarme domar mi corazón pero no lo podía evitar, despertó un sentimiento muerto que renacio en mi interior con un aura superior.

Pasaron horas y horas...Y se repente salió un Wow de mi boca. Resultaba ser un chico ideal en todos los aspectos: adicto a los videojuegos, al anime, a la buena música y más gustos idénticos. Pensar que sólo pasaron 72 horas de conocernos virtualmente pero estábamos tan ansiosos por conocernos como si fuera que escribíamos meses, luego pasamos a intercambiar número de celular con más largas conversaciones en ella y de repente oí su voz. Sí, su sensual voz que me derritió al instante con apenas segundos en escucharlo una voz tan masculina y gruesa, aposté que era más que ideal para mí.
No sólo hubo una conexión virtual sino algo más que no logré descifrar en su momento pero debo confesar que un defecto mío es que soy muy impaciente y no podía ocultar más estas palabras: ¿Y si nos conocemos en persona? No quería decirlo porque me parecía muy pronto siendo que apenas pasó 4 días en conocernos por chat pero aposté a esas palabras y no me arrepentí para nada. Abel no dudo en decirme y darme ese SI que esperaba ansioso; ¡Ciel, me gusta la idea! Saltaba de la emoción y más gay imposible jaja.

Desperté en un sábado con una mañana bella y un cielo muy azul con mis ojos como un mapache...el insomnio de la emoción se apoderó de mi pero nada importaba, solo pensaba en él y esa sensación loca que tenía de tenerlo en frente mio, dije: es hora de verlo y estoy preparado para ello. Continuará...