Con el corazón en la mesa.

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Me arranque el corazón,

Estaba lleno de palabras,

lleno de recuerdos,

pero no simples recuerdos, esos recuerdos que matan.

Esos recuerdos que te hacen más débil.

de esos que, que te llenan la cara de lágrimas.

Al corazón le faltaban unos cuantos pedazos,

y mientras me lo quitaba, mi mente seguía pensando

y eso hizo que se cayesen unos cuantos más.

Y ahora, ya tengo el corazón en la mesa,

te confieso que te he amado como a nadie

te confieso que extraño esas noches en las que hablábamos hasta que el sol salía

te confieso que extraño sentir el calor de tenerte, de tus abrazos.

Y hago un brindis, por esas tardes abrazados

en las cuales nos podíamos tirar toda una hora en silencio

aunque eso es imposible, yo siempre hablo, nunca me callo

pero sabes que era lo que más me gustaba de eso?

Tu nunca me interrumpías, nunca hablabas, solo, escuchabas

observabas, te hacías el interesado.

Y aunque mi canción favorita sea tu voz, me encantaban esos momentos.

Te confieso que te necesito,

pero que te necesito a ti.

A la persona que eras cuando estabas conmigo,

a la persona que le encantaba verme, a la persona que no se podía ir sin darme un abrazo.

También te confieso que mi gran deseo,

es contar las personas desde arriba

en vez de las estrellas desde abajo.

Tus amigos dicen que te enamoras muy rápido.

Dicen que no me tendría que haber emocionado tanto al saber que estabas enamorado de mi.

Había una chica antes que yo, me han dicho que,

mientras estabas conmigo sentías algo por ella.

Que yo solo, me interpuse, que yo,

nunca debería de haber aparecido por tu vida,

que yo solo, fui un problema en tu vida.

Te confieso que ahora que estoy sola,

ahora que me caigo y nadie me levanta,

ahora que solo me arrastro por el suelo

llorando como una tonta.

Ahora que estoy así,

admito que he cometido muchos errores.

Pero, ¿sabes?

He querido siempre lo mejor para ti,

he querido siempre verte con una sonrisa, con tu linda sonrisa,

muchas veces te decía que no enseñes mucho tu sonrisa,

que cualquiera en su sano juicio se enamoraría de ella, y con ella,

tú.

¿Recuerdas eso?

¿Recuerdas besos bajo la lluvia a la salida del instituto? ¿Recuerdas cuando me regañabas por ir poco abrigada?

Me encantaba ir poco abrigada, era cuando más me abrazabas.

Me encantaba que fuese invierno, tenía más excusas para abrazarte,

para pegarme a ti,

para ponerme esa sudadera roja que huele tanto a ti.

Me encantaba ese olor, de hecho,

mi sudadera aún tiene ese olor.

Me has dicho que te la devuelva.

Mi sudadera, como dije, te la puedes quedar.

Si no la quieres, la tiras...

¿Estarás pensando en mi?

Me sé la respuesta,

se que no, se que no quieres saber nada de mi.

Sé que estas mejor sin mi, que no me extrañas, ni me necesitas.

Sé que no te torturas con los recuerdos, sé que no te rompen como a mi.

Te extraño muchísimo,

te necesito demasiado, exageradamente mucho.

Los recuerdos me rompen, me están matando.

Mis besos, mis abrazos, mis palabras, mis tonterías,

mis caricias, mis caprichos, mis enojos, mis regañaninas, mis celos, mi cuerpo, yo.

Nuestras locuras, nuestros secretos, nuestro tonteo, nuestras risas combinadas, nuestras miradas,

nuestras manos juntas, nuestros labios acariciándose, nuestras frases, nuestras promesas, nuestras tardes.

¿No extrañas nada de eso? ¿Nada?

No hace mucho que yo te decía, "¿Juntos?", no hacía mucho que me respondías, " Por siempre ".

No me vas a decir que yo tengo la culpa de todo, no me vayas a negar que alguien te comido la cabeza

No me vayas a negar que eres el mismo, que no has cambiado en nada.

No me vayas a negar que tendría que haberme marchado en cuanto me mandaste a la mierda.

Y en eso, me saco el sombrero, cualquiera,

se hubiera ido en ese mismo momento.

Te confieso, con el corazón en la mesa

que las promesas quedaron en nada,

que rezo porque una noche vengas a mi cama

y que me abraces fuerte, pero nada.

Yo contaba los segundos para verte amor.

Yo sé que, que soy una idiota,

que soy una inútil, que solo fui una carga para ti

se que soy una imbécil,

se que soy gilipollas.

Sabemos que te conformaste conmigo,

sabemos que me estas olvidando,

mientras yo escribo esto sin conseguirlo.

Con el corazón en la mesa,

no veo tan difícil el hablar las cosas

no veo tan complicado sentarnos a hablar con las cartas justo encima de la mesa

y si dices que me amas,

vamos a sentarnos a hablar las cosas.

Pero esta vez,

sabiendo que el dolor es intenso como volvamos a lo mismo.

Y, ¿sabes? En esta vida se pierde más por miedo que por intentar.

PD2. Te extraño muchísimo, no lo leerás, pero bueno.

" Porque prefiero mil mentiras a escuchar que no me quieres, porque es duro estar vivo y sentir que te mueres, me gustaría volver a sentir que tu me miras, sentir que soy la única persona en tu vida ".

Y te fuiste, así, sin más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora