No quiero decirle adios

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Era una mañana tranquila para todos los miembros del Mekakushi Dan, aquel 15 de agosto ya estaba para todos en el pasado así que continuaron con sus vidas normales, bueno no tan normales pues aun conservaban con ellos sus poderes. La líder decidió que sería un dia perfecto para ir de compras, como era de esperarse el miembro N° 4 no soporto estar tanto tiempo expuesta al sol, agregando que olvido su preciada capucha asi que no tardo en desmayarse a la mitad del camino que se dirige al supermercado. Takane se ofreció para acompañar a la esponjosa Mary a casa ya que el chico que siempre estaba cuidándole se encontraba ausente por uno de sus miles de trabajos de medio tiempo.

-Gracias por acompañarme Ene-chan -dijo la chica de cabellos esponjosos con una leve sonrisa.

-No es nada Mary pero no me digas así en público - regaño Takane un poco avergonzada

-Supongo que realmente soy débil, lamento causarte molestias -Un poco triste, la mirada de la chica se dirigió al suelo- Siempre estoy dependiendo de Seto y no puedo hacer nada por mi misma...
Hubo un silencio incomodo hasta que Takane se detuvo

-Ne Mary-chan hay algo que te este molestando últimamente? -pregunto con un tono dudoso pero con mucha curiosidad.

-Eh? -mira un poco sorprendida a Takane- Si... no tiene mucha importancia en verdad pero estoy preocupada por Seto

-¿Preocupada? Porque?

Despues de decirlo ambas reanudaron su caminar, hubo un leve silencio.

-Porque últimamente... está un poco cansado, me pregunto porque? -dijo la albina con un rostro pensativo.

-Ya veo, es eso! Porque no vamos a su trabajo a visitarle?
Pareciera que Takane tratara de animarle, lo que es muy inusual en ella.

-Eh? Enserio? -los ojos de la chica brillaron al escuchar las palabras de la castaña.

-Sí, sabes en que está trabajando a este día?

-Etto... creo que en una floristería

-Ah ya se! Kido me dijo que había una cerca de aquí, vamos entonces! Pero... ya no te sientes mal?

-Estoy bien, no te preocupes! -mostro una adorable sonrisa, ella en verdad tenía ganas de ver a ese chico

Ambas llegaron a la floristería de la que Kido hablaba que al parecer resulto ser exactamente donde Seto trabajaba ese dia, la albina se emociono cuando logro ver al pelinegro quien vestia su traje verde incluso en el trabajo era imposible no distinguirle, la medusa no pudo resistir su emoción asi que grito su nombre con muchas fuerzas lo que llamo la atención de las personas que estaban cerca.

-Mary, que haces aquí?- el chico estaba muy sorprendido

-Takane-san me ha traido- sonrio dulcemente mirando a su amiga.

-ya veo, ahora estoy un poco ocupado... lo siento, pero casi es hora de mi descanzo quieres esperar?

-Si!, etto... Podemos esperar Takane-san? -la miraba con ojos de suplica.

-no hay remedio -suspiro como si no pudiese negarse ante aquella peticion.

-Kousuke necesito tu ayuda -se escucho una voz dentro de la tienda.

-ya voy -respondió el chico verde- espérame si? Quiero decir esperenme las dos... - dijo eso ultimo un poco nervioso.

-Si! - Mary sonrió hasta que el pelinegro entro a la floristería. Takane-san no crees que Seto se esfuerza mucho? Yo lo admiro -dijo sin quitarle la vista al pelinegro.

-ah... si creo que trabaja demasiado, en cambio los otros miembros del mekakushi no hacen nada, no sé cómo pueden sobrevivir con tan pocos ingresos son unos inútiles! Excepto Haruka, el aun esta algo enfermo así que que se le puede hacer... b-bueno olvídalo... - comenzaba a ponerse nerviosa.

Los celos de una medusa (Seto x Mary)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora